sábado, 8 de marzo de 2014

SEVILLA EN JEREZ (XXI): El enigma del antiguo palio de la Esperanza Trinitaria

Nos enfrentamos en este capítulo de "Sevilla en Jerez" a un enigma que se puede resumir en la siguiente cuestión: ¿Es el actual palio de la Hermandad de la Oración en el Huerto de Jerez el palio de Rodríguez Ojeda que cobijó a la Esperanza de la Trinidad entre 1925 y 1938?
Vayamos por partes. En 1924 sale por primera vez bajo palio en Sevilla la Esperanza Trinitaria. Lo hizo con un sencillo palio blanco liso y el paso contaba con enseres cedidos por otras corporaciones. Al año siguiente, sin embargo, la Virgen de la Esperanza sale a las calles bajo un nuevo palio bordado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en oro sobre terciopelo negro. Al parecer, se estrenó también un manto del mismo color a juego con el palio.

Palio juanmanuelino de la Esperanza Trinitaria, estrenado en 1925.

Sin embargo, duró poco este palio, de diseño sencillo y con bordados únicamente en el exterior de las caídas, en la Hermandad de la Trinidad, ya que en 1939 se estrenó uno nuevo en terciopelo verde. Y aquí es donde encontramos diversas teorías sobre lo que ocurrió con las antiguas caídas de Rodríguez Ojeda. En 2006 el Boletín de las Cofradías de Sevilla publicaba un artículo de Francisco Javier González García en el que afirmaba que "se aprovecharon los hilos de oro para la realización de un nuevo palio, esta vez en terciopelo verde, más en consonancia con la advocación de la Señora"; un palio que seis años después se vendería a Guillermo Carrasquilla y posteriormente se empezó a confeccionar otro palio en los talleres de Caro.
Esta teoría implicaría que el palio de Juan Manuel habría desaparecido por completo al reutilizarse sus hilos de oro en uno nuevo del que no se sabe dónde fue a parar años después. Sin embargo, la Hermandad de la Oración en el Huerto de Jerez, diversas publicaciones de dicha ciudad gaditana e incluso el coleccionable de ABC "Historia de las cofradías de Sevilla" dan por hecho que ese antiguo palio de la Virgen de la Esperanza es el que aún hoy sigue procesionando cada Jueves Santo por las calles de Jerez cobijando a la Virgen de la Confortación.
Lo cierto es que, si no es el palio de Rodríguez Ojeda, se trata sin duda de una copia muy conseguida, dado que el diseño es el mismo, sólo que hoy en día los bordados están sobre terciopelo azul y no negro.

La Virgen de la Confortación, bajo el palio que pudo ser de la Trinidad (Foto: jerez.es)

En el artículo antes mencionado, Francisco Javier González García aseguraba que el palio jerezano fue confeccionado en 1952 por el taller del colegio El Salvador, bajo la dirección de Juan Manuel Guzmán Sánchez. La Hermandad de la Oración en el Huerto, sin embargo, asegura que en dicho colegio se hicieron únicamente el techo y el manto; no así las caídas, que mantiene que son las originales de la Trinidad sevillana. Pero el autor del artículo apunta a la posibilidad de que el palio de la Confortación se hiciera observando una foto del antiguo palio de la Esperanza, algo que se antoja difícil por la exactitud de la supuesta reproducción de los bordados, teniendo en cuenta además que el palio original habría desaparecido y no se podría ver de cerca y con todo detalle para copiar el diseño.
La historia podría ser aún más compleja, ya que durante años la Hermandad del Nazareno de Huelva mantuvo que el palio que posee para su Virgen de la Amargura era el verdadero palio de la Esperanza Trinitaria. No obstante, esta tercera teoría quedó completamente desechada cuando en los años 90, durante la restauración del palio onubense, se descubrió un documento que demostraba que éste fue confeccionado en 1927 por el propio Rodríguez Ojeda, al que se le pidió expresamente que realizara una copia exacta de su anterior trabajo para la Trinidad.
Descartada la opción de Huelva, queda la duda: el palio de la Confortación es realmente el antiguo de la Esperanza Trinitaria, o se trata de una reproducción realizada en los años 50. Lo cierto es que parece tener más peso la primera opción.
En lo que no hay duda alguna es en el hecho de que el palio jerezano cuenta con unas jarras pequeñas en la delantera que fueron adquiridas en 1969 a la Hermandad de la Amargura de Sevilla.
En cuanto a la dolorosa de la Oración en el Huerto, es una obra del siglo XVII atribuida a Jacinto Pimentel, escultor muy próximo a Alonso Cano. Junto a ella, ofreciéndole consuelo, se encuentra un ángel, algo muy poco habitual en los pasos de palio. Se trata de una obra que se atribuye con gran fundamento a Luisa Roldán, la Roldana.

La Virgen de la Confortación, junto al ángel atribuido a la Roldana (Foto: pasionygloria.net)

En cuanto al paso de misterio, hay que subrayar que el conjunto que forman el Señor Orando en el Huerto y el ángel que lo acompaña son obra de Juan Luis Vasallo Parodi (1943) y procesionan sobre un paso del sevillano Manuel Guzmán Bejarano, tallado entre 1960 y 1968, que fue merecedor del Primer Premio Nacional de Talla de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla. Se completó en 1984 con la incorporación de las tallas de los evangelistas realizados por el jerezano Francisco Pinto Berraquero.

Paso de misterio de la Oración en el Huerto de Jerez pasando por delante del Convento de Santo Domingo (Foto: Alberto Díaz, elhachoncofrade.blogspot.com)

Por último, hay que señalar que la Hermandad de la Oración en el Huerto de Jerez comparte con la de Monte-Sión su vinculación con la orden dominica. De hecho, la hermandad jerezana se gestó en el año 1941 con el interés de restaurar la desaparecida Archicofradía del Dulce Nombre de Jesús en el Convento de Santo Domingo, haciendo de la renacida hermandad una corporación de penitencia para dar culto al misterio de la Oración en el Huerto, el mismo que la cofradía de Monte-Sión, fundada en el convento dominico del mismo nombre.
Y al igual que en la hermandad sevillana, la túnica de la Oración en el Huerto de Jerez combina los colores negro y blanco, propios de la orden dominica, aunque en este caso la vestimenta de los nazarenos se compone de túnica blanca con antifaz y capa de color negro.

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