UN AZULEJO RECUERDA LA ESTANCIA DEL CAUTIVO ANTE PILATO EN SANTA MARINA

Coincidiendo con el primer aniversario del Vía Crucis del Año de la Fe, la Hermandad de Torreblanca descubrió un retablo cerámico conmemorativo de la estancia de Nuestro Padre Jesús Cautivo ante Pilato en la Iglesia de Santa Marina, donde la cofradía del Sábado de Pasión fue acogida por la Hermandad de la Resurrección para que el paso de misterio saliera hacia la Catedral como uno de los catorce pasos elegidos para dicho acto, finalmente suspendido por la lluvia.
El azulejo, colocado en la fachada del edificio donde se ubica el Bar Santa Marina, al lado del templo, es obra de Ángel Lora y tiene como objetivo perpetuar el recuerdo de aquellos días históricos para Torreblanca, así como mostrar público agradecimiento a la Resurrección por ofrecer su casa al Cautivo, a su hermandad y al propio barrio.
El retablo cerámico tiene dos partes diferenciadas. A la izquierda se reproduce la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo, mientras que a la derecha, bajo el escudo de la Hermandad de Torreblanca en una cartela, se puede leer lo siguiente: "En este templo de Santa Marina permaneció la imagen de Ntro. Padre Jesús Cautivo ante Pilato perteneciente a la Hermandad de los Dolores de Torreblanca con motivo de su participación representando la V estación en el Vía Crucis extraordinario celebrado con motivo del Año de la Fe el domingo 17 de febrero de 2013. Aunque por motivos meteorológicos la imagen no se trasladó a la S. M. P. I. Catedral de Sevilla, sirva este azulejo para perpetuar dicha efeméride y como muestra de agradecimiento a la Hermandad de la Sagrada Resurrección por la gran acogida a nuestra corporación durante los días de estancia en su sede canónica. Sevilla, febrero de 2014".
Queda así testimonio cerámico de los fuertes lazos de hermandad que desde entonces unen a ambas corporaciones. Desgraciadamente, en 2013 la lluvia no sólo frustró el Vía Crucis del Año de la Fe, sino también las estaciones de penitencia de Torreblanca y la Resurrección, que iban a intercambiarse representaciones en sus respectivos cortejos.