jueves, 24 de septiembre de 2015

LA SALIDA EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN DE LA SALUD QUE HOY NO SE APROBARÍA


Hoy, 24 de septiembre de 2015, se cumplen exactamente diez años de una salida extraordinaria de la Virgen de la Salud de San Gonzalo que hoy en día, con el famoso decreto de la Archidiócesis que regula las procesiones fuera de fecha, no se habría permitido.
Se celebraba entonces el medio siglo de la primera salida bajo palio de la Virgen de la Salud. O habría que decir mejor el cincuentenario de la primera vez que San Gonzalo fue una cofradía de dos pasos, dado que la Virgen de la Salud que salió a las calles aquel Lunes Santo de 1955 no era la misma que es hoy imagen titular de la hermandad; y, por tanto, no era la misma que salió en septiembre de 2005.
De las limitaciones del decreto de marras sobre las salidas extraordinarias bien sabe la propia Hermandad de San Gonzalo, que recientemente pidió realizar un rosario vespertino con motivo, claro está, del 60 aniversario de la primera salida del paso de palio. Sin embargo, el Arzobispado no lo ha permitido porque no se trata ni de un aniversario fundacional de la hermandad, ni de una coronación canónica, ni de un 25 aniversario (o múltiplos de 25) de una coronación; razones éstas que son las únicas, junto a subjetivos motivos pastorales, que están dispuestos a aceptar desde la Plaza de la Virgen de los Reyes.
Pero hace diez años las cosas eran bien distintas. Mucho; quizá demasiado. Y el entonces arzobispo, Fray Carlos Amigo Vallejo, no sólo no puso inconveniente a que la Virgen de la Salud saliera bajo palio por las calles aquel 24 de septiembre, sino que incluso presidió el Solemne Pontifical que tuvo lugar en el patio de la residencia de ancianos de Nuestra Señora de la Consolación de la Fundación Carrere, en la Avenida de Coria, donde cada Lunes Santo se detienen los dos pasos de la cofradía para disfrute de sus residentes.
Finalizada la celebración religiosa, la Virgen de la Salud, a la que desde ese año comenzó a acompañar musicalmente la Banda Santa Ana de Dos Hermanas, comenzó un largo recorrido por calles de Triana por las que habitualmente no pasa en su estación de penitencia, como San Vicente de Paúl, Santa Cecilia, Lucas Cortés o las callejuelas del Barrio León, con paradas en el Hospital Infanta Luisa, cuando aún no se había remodelado su fachada, y en la Capilla del Rosario. El paso de palio contaba todavía con las antiguas piezas de orfebrería sustituidas en años posteriores, como los respiraderos, hoy en Bellavista, las jarras o los candelabros de cola.
Hasta pasadas las cuatro de la madrugada no concluyó esta salida extraordinaria de la Virgen de la Salud, en una abarrotada Plaza de San Gonzalo, que por entonces aún había que rodear, ya que no se había desplazado el monumento a la Virgen Milagrosa, en aquel momento ubicado en su mismo centro.
Diez años después, recordamos en varias fotografías rescatadas del archivo aquella jornada que hoy resulta histórica, no sólo por lo que se celebró, sino sobre todo, ahora que contamos con el mencionado decreto, por la forma en que se celebró.




































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