Este sábado tuvo lugar la procesión de la que es Patrona de la Puerta de Carmona, la Virgen de la Luz, que desde San Esteban llevó a cabo una salida procesional que atrajo a un buen número de personas durante prácticamente todo su itinerario, que completó en unas cuatro horas.
Es ésta una hermandad de gloria que tiene año tras año el mismo recorrido, que inició a las nueve de la noche. Una cruz alzada entre faroles abría el cortejo, seguida del simpecado y las representaciones de las hermandades de San Esteban, la Alegría y los Sastres. El propio estandarte corporativo de la Hermandad de la Luz antecedía a la presidencia y al cuerpo de acólitos.
La Banda de Música María Santísima de las Cigarreras fue la encargada un año más de acompañar a la Virgen de la Luz durante su salida procesional. Desde San Esteban, y por la calle del mismo nombre, el paso que tallara Castillo Lastrucci se dirigió a la Plaza de Pilatos y a la calle Águilas, donde cada año tiene lugar una parada obligada ante la ventana del Convento de Santa María de Jesús.
Hasta ahí llegó la Virgen con la marcha "Salve, Madre de la Salud" y, vuelta hacia el convento, recibió la plegaria de las hermanas en forma de cántico. A continuación, continuó su camino con "Reina de la Aurora" y con "Virgen de los Reyes" por la parte más estrecha de Águilas, marcha a la que siguió "Coronación" antes del giro hacia Cabeza del Rey Don Pedro, que se realizó a los sones de "Hiniesta".
Una combinación de gladiolos y claveles blancos, además de nardos colocados principalmente en las esquinas, conformaba el exorno floral del paso de la Virgen de la Luz, imagen que vestía manto celeste para su salida.
La Banda de Música de las Cigarreras interpretó "Aniversario Macareno" en Cabeza del Rey Don Pedro, mientras que en la esquina con Boteros se pudo escuchar "Triana de Esperanza"; y de esta Esperanza a otra, en este caso con "Macarena", de Cebrián, que se tocó mientras la Virgen de la Luz pasaba por delante de la Iglesia de San Ildefonso.
A continuación, el paso discurrió por la pequeña calle Zamudio, que, tras la restauración exterior del Convento de San Leandro, presenta un aspecto mucho mejor del que hemos conocido hasta ahora, como también la propia plaza del convento, después de años de continuos desprendimientos de pintura, azulejos y hasta el rótulo de la plaza, caídos de la fachada del antiguo templo.
"Madre Hiniesta" fue la marcha que sonó en este lugar, a la que siguió en la revirá a Imperial otra marcha con origen en San Julián, "Hiniesta Coronada". Posteriormente, se escuchó "Alma de la Trinidad" ya en el interior de esta característica calle del itinerario de la Hermandad de la Luz.
Los miembros de la hermandad se afanaron en despejar la delantera del paso de las personas que iban acompañando a la Virgen de la Luz. Se acercaba el tramo más estrecho de la calle Imperial y el capataz advertía a los costaleros que no quería "nada de cintura". Cualquier paso en falso podría hacer que el canasto, los candelabros o los ángeles de las esquinas rozaran con la pared.
Pero, sin embargo, todo salió a la perfección y el paso superó la principal dificultad del itinerario mientras la Banda de las Cigarreras tocaba "Rocío".
Posteriormente, siguió hasta la esquina con Calería, cuyo giro se realizó a los sones de "Pasan los campanilleros", mientras que en la vuelta a Juan de la Encina sonó "Virgen de Montserrat". Entre ambas, las personas que acompañaban a la cofradía tuvieron que salvar los auténticos obstáculos que suponen los marmolillos de esta zona de la ciudad, algunos de los cuales están verdaderamente enterrados entre los adoquines, lo que en bullas como las que siguen a una procesión se convierte en motivo de continuos tropezones.
La calle Juan de la Encina fue recorrida con celeridad por la Virgen de la Luz, a tambor en todo momento, hasta que entre dicha calle y Muro de los Navarros el paso giró mientras la banda interpretaba por dos veces "Coronación de la Macarena".
El repertorio musical continuó con "La Estrella Sublime" y con "Virgen de los Estudiantes", que se pudo escuchar en dos ocasiones de forma ininterrumpida, seguida sin solución de continuidad por "Triana, tu Esperanza", en la Puerta de Carmona, marcha desgraciadamente cortada de repente cuando el paso se detuvo. Algunos músicos incluso protestaron entre ellos por no haber podido tocar la marcha al completo. Complace saber que no soy el único que considera ridículo e injustificado interrumpir las marchas cuando los pasos se detienen. Parece que no es sólo una manía de este redactor.
La Virgen de la Luz tomó la calle San Esteban de vuelta a su templo con varias chicotás siempre acompañadas por marchas procesionales. Así, en primer lugar sonó "Como tú ninguna", seguida por "Madrugá Macarena" y "Rosario de Monte-Sión".
Con esta última composición, el capataz pidió a los costaleros que aguantaran el paso a la altura de la casa de la esquina con la calle Cristo del Buen Viaje. El que fuera hermano mayor de San Esteban, Julián López, contemplaba a la Virgen de la Luz desde un balcón y el capataz tuvo ese gesto con él, gesto agradecido por el ex hermano mayor.
Finalmente, ya ante la puerta del templo, se retiraron los zancos en la última levantá, maniobra observada con detalle por un grupo de turistas estadounidenses, y el paso se acercó a su iglesia mientras la Banda de las Cigarreras tocaba "Encarnación Coronada", que sonó en dos ocasiones, con todos los presentes cantando el Ave María en su parte final.
La banda llegó a meterse en el templo tras el paso y sólo cuando se detuvo en la nave central, bajo el coro, los músicos rubricaron la salida procesional con el Himno de España.
A eso de la una menos cuarto de la madrugada, la Hermandad de la Luz ponía el punto final a su salida procesional de 2015, con la segunda parte del ciclo anual de las Glorias, la que sigue tras el verano, ya a pleno rendimiento.
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