domingo, 13 de septiembre de 2015

NUESTRA SEÑORA DEL JUNCAL RECORRIÓ LAS CALLES DE SU BARRIO


La Hermandad del Juncal, que celebra este domingo elecciones después de dos años de comisionado, vivió ayer, sábado, la salida procesional de su titular, Nuestra Señora del Juncal, que recorrió las engalanadas calles de su barrio durante algo más de cuatro horas.
A las siete y media de la tarde estaba prevista la salida, aunque se hizo esperar algunos minutos hasta que por fin se abrieron las puertas de la parroquia, dejando salir a la cruz alzada y ciriales que encabezaban el cortejo. Detrás, el banderín de la Agrupación Musical del Juncal, que esa misma mañana había realizado el tradicional bando anunciador de la procesión. Seguían el banderín del grupo joven, la bandera concepcionista, el estandarte sacramental, el libro de reglas y el estandarte corporativo.




Todos los integrantes del cortejo sortearon la alfombra de sales de colores que durante la mañana fue realizada por parte de los jóvenes de la hermandad para que la pisara el paso de la Virgen del Juncal. Así, incluso los acólitos evitaron pisar esta ofrenda de devoción compuesta por el anagrama mariano y la palabra Juncal en color azul sobre fondo blanco.
Una rica variedad floral exornaba el paso de la Virgen titular del barrio y de la parroquia, que no tardó en alcanzar el dintel del pequeño templo para salir a la calle. Fuera la esperaba la Banda de Música de la Cruz Roja, encargada un año más de acompañar a la Virgen del Juncal por las calles. Precisamente, tras el Himno Nacional, fue la marcha "Virgen del Juncal" la que sonó en los primeros metros del itinerario.
Justo antes de llegar a la alfombra de sal, el paso se detuvo, para posteriormente pisarla a los sones de "Glorias de Sevilla", la marcha que Manuel Marvizón dedicó a todas las hermandades de gloria de la ciudad. Con ella el paso giró hacia la calle Araquil, donde numerosos vecinos tuvieron ocasión de contemplar a la Virgen del Juncal, vestida para esta ocasión totalmente de blanco.





































A continuación, tras una chicotá a tambor, la Virgen del Juncal continuó en el giro hacia la calle Nalón con la marcha "Alma de la Trinidad", a la que por esta misma calle seguiría "Procesión de Semana Santa en Sevilla".
Después, antes de salir a Alcalde Juan Fernández, y tras un relevo de costaleros, el capataz llamó al paso y en la misma levantá se quedó literalmente con el llamador en la mano, ya que se desprendió de la mesa del paso.
Así, sin llamador, la Virgen del Juncal siguió su camino con la marcha "Esperanza Macarena", hasta quedar detenido exactamente en el cruce con Ramón y Cajal. En dicha parada, se intentó sin éxito el arreglo del llamador. Al parecer, los tornillos que llevaba eran demasiado cortos, por lo que algunos miembros de la hermandad fueron a buscar otros más adecuados.


































"Hermanos costaleros" fue la marcha interpretada por la Banda de la Cruz Roja para la revirá a Ramón y Cajal. Y justo después, la siguiente levantá se dedicó al padre de un costalero. "Está malito, pero la Virgen lo está poniendo bueno", dijo el capataz.
A paso largo, para dejar libre lo antes posible la avenida, el paso avanzó a tambor hasta la esquina con la calle Pablo Legote, adornada con farolillos blancos. Ahí se pudo arreglar por fin el llamador, gracias a los tornillos y al destornillador eléctrico que trajo un miembro de la hermandad.
Seguidamente, el paso se levantó y se adentró de nuevo en las calles del Juncal y del Plantinar con la marcha "Virgen de los Negritos".

























La Virgen del Juncal tenía por delante un puñado de calles para bendecir a su barrio hasta entrar en su templo cerca de las doce de la noche. Y su hermandad lo que tiene por delante a partir de hoy es una nueva etapa para que todo vuelva a la normalidad en el seno de una corporación de gloria de auténtico sabor a barrio.

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