miércoles, 17 de febrero de 2016

EL CRUCIFICADO DEL CERRO, EN BESAPIÉ


El Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono, de la Hermandad del Cerro, estuvo expuesto en besapié el pasado fin de semana en la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores. Como es costumbre, el besapié se desarrolló ante el altar del propio crucificado, cubierto por un gran cortinaje rojo, en la cabecera de la nave de la Epístola.
El Cristo del Cerro estaba colocado tumbado, con diversas flores de tonalidades moradas tanto bajo los brazos de la cruz como a los pies de la misma. A ambos lados de la imagen atribuida a Francisco de Ocampo se situaron dos de los antiguos faroles que iban en los costeros del paso de misterio y que hoy utiliza la Hermandad de Padre Pío, elevados sobre columnas de madera tallada y dorada. Y en los extremos, un total de doce candeleros del paso de palio (seis a cada lado) con cera roja.
Detrás, sobre una peana de líneas rectas, estaba colocado el sagrario y, tras éste, la cruz de guía de la hermandad. Y en los lados, había dos sencillas jarras con las mismas flores ya descritas y cuatro candeleros más altos que los anteriores.



















  


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