sábado, 27 de mayo de 2017

LA DOLOROSA DEL DESCONSUELO Y VISITACIÓN, EXPUESTA EN BESAMANOS


Durante los días de triduo y función en su honor, Nuestra Señora del Desconsuelo y Visitación se encuentra expuesta en besamanos junto al altar de la trianera Parroquia del Buen Aire. Para ello, la dolorosa de José Antonio Navarro Arteaga se encuentra sobre una fina peana de madera policromada y dorada con el anagrama mariano en el centro.
Viste un manto de terciopelo morado liso y una saya de brocado dorado en la que tiene un fajín hebraico de color morado sobre el que lleva prendido el alfiler con su advocación. Entre sus manos entrelazadas sujeta un pañuelo y un rosario, y en el pecherín tiene un puñal y varios broches. Por otro lado, luce la característica diadema de Orfebrería Giralda estrenada en el rosario vespertino de hace dos años.
Alrededor de la Virgen del Desconsuelo y Visitación vemos los cuatro ángeles de las esquinas del paso del Santísimo Cristo de Pasión y Muerte, que fueron el principal estreno de la hermandad el pasado Viernes de Dolores (ver). En el besamanos, sin embargo, se les han incorporado diferentes elementos alusivos a las letanías de la Virgen, como un rosario ("Reina del Santo Rosario"), un pañuelo ("Consuelo de los afligidos"), un espejo ("Espejo de justicia") y una estrella ("Estrella de la mañana").
Los ángeles están elevados sobre sendas columnas de madera dorada de estilo salomónico cedidas por la Hermandad de la O, mientras que la Hermandad de la Estrella ha prestado los candeleros situados detrás. Son ocho en total colocados en dos grupos de cuatro que abrazan unas jarras colocadas sobre grandes pies de madera dorada. Los candeleros tienen velas blancas y las jarras llevan diferentes especies como rosas, lilium y estátice, flores que también están a los pies de la dolorosa repartidas en dos centros, uno a cada lado.
Finalmente, al fondo vemos un cortinaje de damasco rojo y en el centro un repostero del mismo tejido con decoración pintada en color dorado que incluye el emblema de la Virgen. Y en la parte superior, flanqueando el repostero, vemos dos espejos con artísticos marcos de madera dorada que han sido prestados a la hermandad para este altar de besamanos.




























2 comentarios:

  1. Bonito reportaje y buena crónica. Da gusto ver fotos y reportajes así.
    Sólo hacer una aclaración, el manto no es azul oscuro sino morado.

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  2. Muchísimas gracias. Queda corregido. Un saludo.

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