lunes, 15 de mayo de 2017

SACRA HÍSPALIS: "MEMORIA DE LOS TIEMPOS (IV). LAS HUELLAS FRANCISCANAS EN LA CIUDAD"


La serie de itinerarios de arte religioso Sacra Híspalis, dirigida por Irene Gallardo, presenta una nueva edición que tendrá lugar este sábado 20 a partir de las diez y media de la mañana con el título "Memoria de los tiempos (IV). Las huellas franciscanas en la ciudad".
En esta ocasión, la visita comenzará en el Arquillo del Ayuntamiento, vestigio del desaparecido Convento Casa Grande de San Francisco, cenobio que ocupaba toda la extensión actual de la Plaza Nueva y parte de las calles adyacentes. Posteriormente, los participantes en el itinerario se desplazarán hasta la calle Cervantes para acceder al Convento de San Pedro de Alcántara y la Capilla de la Venerable Orden Tercera Franciscana, en la que recibe culto una pequeña imagen de la Virgen con la advocación de la Aurora, atribuida a José Montes de Oca.
La nota anunciadora del itinerario explica su contenido de la siguiente forma: "Convento Casa Grande de San Francisco de Sevilla. Se funda muy poco tiempo después de la reconquista de la ciudad por Fernando III, probablemente en torno a 1268, siendo por tanto uno de los cenobios más antiguos de la ciudad. Situado en el entorno de la actual Plaza Nueva, erigida ésta seis siglos después sobre parte de su superficie conventual, tras su demolición. La Casa Grande de San Francisco poseía una iglesia de grandes dimensiones, claustro grande y claustro chico, diversos patios ajardinados, sala capitular, biblioteca, noviciado, cocinas, cuadras, pajares, enfermerías, patio de boticas, huerta (allí se cultivaban las plantas medicinales), cementerio, hospedería de indias y el hospital de San José de la Venerable Orden Tercera. Asimismo, en su interior poseía un importante número de capillas de hermandades, situadas en torno a los claustros y en la portería.
Convento de San pedro de Alcántara. En el siglo XVII el Convento de San Diego, uno de los más importantes de España, fundaría en los terrenos de una casa nobiliaria entre las actuales calles Amor de Dios y Cervantes un pequeño convento que serviría de hospital para los frailes enfermos y ancianos. El convento se dedicó al reformador, San Pedro de Alcántara, quien fuera confesor de Santa Teresa. La iglesia y el convento perduraron más allá de las desamortizaciones y exclaustración del siglo XIX gracias sobre todo a la acción del padre Manuel José Faguntez, que mantuvo la iglesia abierta al culto, mientras que en el terreno que ocupó el convento se levantó el primer instituto de enseñanza media de Sevilla con el nombre de San Isidoro.
Capilla de la Venerable Orden Tercera Franciscana. Fue construida entre 1694 y 1696, según describe José Gestoso. El origen de la capilla se encuentra en la compra de un solar aledaño al Convento de San Pedro de Alcántara por la Orden Tercera, ampliado con una pequeña casa adquirida en 1749 y rehabilitada hace unos años, con fachada a la calle Cervantes. En 1878 se unen a los bienes de la Orden Tercera de San Pedro de Alcántara los de su homónima de San Diego, al abandonar ésta su última ubicación en la Iglesia de San Antonio Abad. El padre Hornillo, impulsor de esta unión y encargado de la conservación de los bienes de la Orden Tercera hasta su óbito en 1896, recibió sepultura en dicha capilla. Esta institución franciscana ha permanecido sin interrupción durante más de tres siglos hasta nuestros días".
Los interesados en asistir a este itinerario de Sacra Híspalis deben inscribirse enviando un correo electrónico a la dirección sacrahispalis@gmail.com.

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