La Hermandad de la Vera-Cruz ha celebrado este fin de semana una serie de actos y cultos extraordinarios para conmemorar el 75 aniversario de la imagen de María Santísima de las Tristezas, obra que en 1942 talló Antonio Illanes para la hermandad en su reorganización, una vez que los cofrades consiguieron recuperar para el culto al crucificado, pero no a la antigua dolorosa, viéndose por tanto en la necesidad de encargar otra de nueva factura.
El sábado durante todo el día hubo un besamanos extraordinario a la dolorosa, que presidió un magnífico altar en el presbiterio alto de la Capilla del Dulce Nombre de Jesús luciendo por vez primera su nueva corona de salida, labrada en plata por Joaquín Osorio y que será la que a partir del Lunes Santo de 2018 lleva en sus estaciones de penitencia. Además, vestía la saya de salida y un manto de vistas del Taller de Santa Bárbara, bordadas ambas piezas en oro sobre terciopelo negro. Un puñal en el pecherín y una rosa de pasión en la mano izquierda, regalo de la Cadena SER a las hermandades del Lunes Santo por su acción social conjunta, completaban la vestimenta y joyas que llevaba la dolorosa, que ofrecía a los devotos su mano derecha.
A su alrededor había un interesante altar en el que destacaba un dosel de plata cedido por la Hermandad de la Vera-Cruz de Alcalá del Río, colocado ante un cortinaje de terciopelo verde que cubría el retablo mayor del pequeño templo. Otros enseres prestados para la ocasión son unas columnas de plata de la Divina Pastora de Cantillana, dos candelabros del Gran Poder, dos pequeñas lámparas de los Javieres sostenidas por los ángeles lampadarios situados en las paredes laterales del presbiterio y otras tres de la Esperanza de Triana colgando del techo. Y delante de todo el conjunto, veíamos un frontal de plata sobre el que había un friso de flores con las mismas especies que se repartían en distintas jarras del paso de palio, consistentes en lilium, rosas, azucenas y paniculata, todas ellas de color blanco.
Ayer, domingo, tuvo lugar la función principal conmemorativa del 75 aniversario y la bendición de la nueva corona de plata, que sigue el estilo propio de sobriedad que caracteriza a la Hermandad de la Vera-Cruz.
Fotos: Cristina Abengózar
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