sábado, 22 de junio de 2019

CORPUS 2019: TRASLADO DE LA HINIESTA CON CAMBIO OBLIGADO DE ITINERARIO


La tarde del pasado miércoles, como manda la tradición, la Virgen de la Hiniesta Gloriosa fue trasladada desde la Parroquia de San Julián hasta la Plaza de San Francisco para ser colocada en el altar desde el que presidiría el paso de la procesión eucarística de la Catedral, la principal procesión del Corpus de la ciudad.
Este traslado ha tenido este año una importante novedad en el itinerario, ya que las obras que lleva a cabo el Ayuntamiento en diversas calles del barrio de San Julián obligaron a la hermandad a modificarlo, tomando en gran parte el mismo recorrido que la cofradía de la Hiniesta realiza cada Domingo de Ramos.
Era novedad en relación al itinerario habitual de esta procesión de la víspera del Corpus; aunque mucho más si lo comparamos con el breve traslado del año pasado, cuando la Hiniesta llegó hasta su altar desde la Catedral, donde había presidido un mes antes el Pregón de las Glorias. Entonces, la Hiniesta alcanzó la Plaza de San Francisco antes del tradicional concierto de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla (ver).
A las ocho menos diez de la tarde se puso en marcha el cortejo de la Hiniesta Gloriosa, encabezado por la cruz de guía de la hermandad. Detrás de un primer tramo formado por niños con cirios blancos iba la réplica del Pendón de la Ciudad, seguida de un segundo tramo de hermanos. Más atrás veíamos el guión de la Coronación Canónica, la representación de la vecina Hermandad de San Hermenegildo, el propio estandarte corporativo de la Hiniesta, la presidencia y el cuerpo de acólitos.






Las campanas de la torre de San Julián acompañaron el momento de la salida del paso, cuando la Banda Municipal de Música de Mairena del Alcor tocó el Himno de España, al que siguió "Hiniesta Coronada". Con la interpretación de esta marcha de José Albero, el paso giró a su derecha, como hacen los pasos de la cofradía penitencial, y se dirigió a la Plaza de San Julián y a la calle Madre Dolores Márquez.
Desde ahí, la Hiniesta Gloriosa buscó la Puerta de Córdoba, girando a ella con "Pasan los campanilleros". El sol iluminaba con fuerza el paso, que estaba adornado con una variedad de flores blancas, entre ellas lilium, margaritas y lisiantum, salpicados de racimos de uvas, espigas de trigo, pequeños bollos de pan y hasta mariposas artificiales. Además, en las esquinas llevaba gladiolos.




















Bajo el templete de plata que en sus cuatro caras indica que la Hiniesta es Patrona y bien(h)echora, la imagen letífica de la cofradía del Domingo de Ramos vestía este año de nuevo su manto liso de color verde.
"Pastora de Capuchinos" fue la marcha que sonó desde Puerta de Córdoba hasta la calle Macarena, junto a la antigua muralla. Minutos después, los Ariza guiaron a los costaleros para entrar en Fray Diego de Cádiz en una revirá a los sones de "Azul y plata". Varias colgaduras con el escudo de la hermandad se veían en esta calle por la que después la Banda de Mairena tocó "La Estrella Sublime" e "Hiniesta".
Tras discurrir por un lateral de la renovada Plaza del Pumarejo, y entre bastante gente que acompañó a la Hiniesta durante todo su traslado, el paso se internó por Relator con la interpretación de "Mi Amargura". Acto seguido, fue el turno de otra marcha propia de la hermandad, como fue "Madre Hiniesta", que en su parte final fue acompañada por un "¡Viva la Virgen de la Hiniesta!" a cargo de un costalero que fue respondido por sus compañeros. Luego, el paso avanzó a tambor por Relator casi hasta la esquina con la calle Feria.







































Siguiendo el itinerario del Cristo de la Buena Muerte y de la Hiniesta Dolorosa, la imagen letífica continuó por Feria, a la que llegó con la marcha "Aniversario en San Julián". Iba el paso a una velocidad llamativa; según explicaba un hermano a un conocido que le preguntó, la cofradía iba con cierto retraso. Quizá el horario de salida, algo más tardío que el de otras tardes de vísperas del Corpus, no fue del todo acertado.
"Reina de la O" sonó mientras la Hiniesta Gloriosa pasaba por delante de Omnium Sanctorum, y después la banda interpretó "Como tú, ninguna" en el giro a Correduría. En esta calle pudo escucharse también "Consuelo de María" antes de que el paso alcanzara la Alameda de Hércules con "Hiniesta de San Julián".





























A partir de la Alameda, la Hiniesta Gloriosa se desvió del recorrido del Domingo de Ramos al encaminarse a la Plaza de la Campana no por Trajano, sino por Amor de Dios. Precisamente, en el inicio de esta calle hubo un pequeño incidente cuando, en una levantá, un costalero se hizo daño y el paso tuvo que volver a detenerse para que saliera y fuera atendido en un establecimiento cercano.
La Banda de Mairena, que había comenzado a interpretar "Coronación de la Macarena", tuvo que cortar la marcha para volver a empezar cuando el paso se levantó de nuevo y empezó a avanzar, todavía a un ritmo bastante elevado.
"María Santísima de la Hiniesta" y "Madre de los Gitanos Coronada" fueron las marchas interpretadas en lo que quedaba de calle, pasando después por Santa María de Gracia a los sones de "Sevilla cofradiera".
Mucha gente esperaba a la Hiniesta en la Campana, a la que se presentó con "Virgen de los Negritos", composición que tanto se escuchó en este punto la pasada Semana Santa por la Coronación Canónica de la dolorosa de los Negritos. Ya en la esquina de Sierpes, y tras un relevo, el paso continuó con "Coronación" y, otra vez, "Madre Hiniesta".




















En Sierpes, la Hiniesta pasó ante los altares, ya perfectamente dispuestos, que habían montado las hermandades de la Oliva de Salteras y de San Juan Evangelista de Pedrera. "Triunfal" sonó tras el paso en el tramo final de esta importante vía de la ciudad antes de salir a una abarrotada Plaza de San Francisco con "Hiniesta".
La Virgen se encontró de frente con la portada que representaba la fachada de la Parroquia de la Concepción por el medio siglo de la Hermandad de la Sed. Pero no la cruzó, como sí haría al día siguiente, sino que giró a su derecha para, con "La Estrella Sublime", acercarse lo más posible a la fachada sin terminar del Ayuntamiento.









El traslado de la Hiniesta llegaba a su fin. Sólo quedaba subir la larga rampa hasta la parte superior del altar montado entre las dos portadas, maniobra que contó con una triple interpretación de "Hiniesta Coronada" hasta que el paso estuvo perfectamente centrado. Las maniguetas traseras se tuvieron que quitar para permitir la correcta ubicación de la Hiniesta Gloriosa.
Cuando ya el paso quedó definitivamente arriado, la banda y la coral de la hermandad comenzaron a interpretar "Salve, Hiniesta", la preciosa composición de Manuel Marvizón que siempre, en este momento exacto, genera una gran emoción.
Lástima que gran parte de los presentes en la plaza consideraran más interesante aplaudir a los costaleros por el esfuerzo realizado que escuchar y dejar escuchar lo que no es sino una oración a la Virgen. Prioridades se llaman... Haría bien la hermandad en tomar nota y ordenar para próximos años que no salgan del paso hasta que la Salve no haya acabado. O eso o estropear sin remedio uno de los grandes instantes del inicio del día del Corpus, que siempre coincide con las doce de la noche y con el repicar glorioso de las campanas de la Giralda.









Todo estaba dispuesto en la Plaza de San Francisco. La Hiniesta presidía ya su altar ante el Ayuntamiento y acababa de arrancar el día del Corpus en Sevilla. Palabras mayores. Día grande e intenso.


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