sábado, 1 de junio de 2019
ROSARIO VESPERTINO ADELANTADO DE LA VIRGEN DEL DESCONSUELO Y VISITACIÓN
La Hermandad de Pasión y Muerte cerró este viernes los cultos anuales en honor a Nuestra Señora del Desconsuelo y Visitación con la celebración del rosario vespertino por las calles de la feligresía del Buen Aire. Se trata de un culto que habitualmente se celebra en sábado, pero este año se ha adelantado al viernes para hacerlo coincidir con la festividad de la Visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel.
Antes del inicio del rosario, la Virgen del Desconsuelo y Visitación se encontraba en el lado derecho del presbiterio de la parroquia, donde hace una semana tenía lugar el besamanos en su honor (ver). Para este culto, vestía manto liso de terciopelo morado, saya blanca de tisú y fajín hebraico. Lucía corona dorada, varias medallas y broches, entre ellos la estrella de pedrería regalada por la Hermandad de la Estrella, cofradía madrina de la de Pasión y Muerte. Además, sujetaba un pañuelo entre sus manos entrelazadas y dos rosarios.
La dolorosa estaba sobre la parte superior de unas andas que después, en la calle, serían montadas por la baja altura de la puerta de la parroquia. Las andas, forradas en terciopelo morado, estaban adornadas por bellísimas rosas de color rosa de gran tamaño sobre dos jarras y en el friso, e iluminadas por cuatro candeleros con cera blanca. Y el llamador era el mismo del paso del Cristo de Pasión y Muerte.
A las nueve menos cuarto de la tarde comenzó a moverse el cortejo, encabezado por la cruz parroquial entre los faroles que acompañan el Viernes de Dolores a la cruz de guía. Detrás iban el estandarte corporativo, la presidencia, un quinteto de viento de la Banda Municipal de Música de Mairena del Alcor y el cuerpo de acólitos.
El capataz Manuel Vizcaya se encargó de guiar a la Virgen del Desconsuelo y Visitación en este rosario vespertino. En primer lugar, la imagen fue desplazada por la nave central hasta la puerta de salida. En la calle Virgen de Fátima ya esperaba la parte inferior de las andas, sobre la que con mucho cuidado fue colocada la superior con la dolorosa.
Con las andas ya convertidas en una sola, el quinteto de la Banda de Mairena tocó la parte final de la marcha "Macarena", de Abel Moreno. Después, la Virgen tomó la calle Teniente Rodríguez Carmona a los sones de "La Estrella Sublime", tras la que tuvo lugar el rezo del primero de los misterios del Santo Rosario, que al ser viernes fueron los dolorosos. Así, el rosario comenzó con el recuerdo a Jesús Orando en el Huerto.
A continuación, la Virgen del Desconsuelo y Visitación giró a la izquierda hacia Manuel Rodríguez Alonso, donde se pudo escuchar el final de "Esperanza Macarena", y salió luego a la calle Salado, en la que los músicos interpretaron el trío de "Aniversario Macareno". La siguiente calle en el recorrido fue Virtud, en la que se rezaron los dos siguientes misterios del Rosario, la Flagelación del Señor y la Coronación de Espinas, separados por la marcha "Coronación de la Macarena".
Con los hermanos de la cofradía turnándose para llevar bajo sus hombros a la dolorosa que algún día veremos en un paso de palio, las andas avanzaban por las calles del barrio, saliendo ahora de Virtud a Trabajo mientras el quinteto de metales tocaba el trío final de "Virgen de la Paz".
Después de recorrer un pequeño tramo de dicha calle y siguiendo el serpenteante itinerario marcado, la Virgen del Desconsuelo y Visitación accedió de nuevo a Manuel Rodríguez Alonso mientras sonaba "Madre Hiniesta". En esta calle se rezó el cuarto misterio del Rosario, Jesús carga con la cruz, antes de que la Virgen girara a Enrique Mensaque, calle por la que se escuchó la parte final de "Virgen de las Aguas".
Desde Enrique Mensaque, la Virgen salió otra vez a Virgen de Fátima, donde sonó la última parte de la marcha "Coronación", a la que, tras una parada, siguió el final de "Nuestra Señora de Guadalupe" girando nuevamente a la calle Trabajo, donde se rezó el quinto y último misterio doloroso del Rosario, Jesús muere en la cruz.
A partir de ahí, comenzaría el recorrido por las pequeñas calles situadas a un lado de Virgen de Fátima y que igualmente tienen nombres de advocaciones marianas, comenzando por la Patrona de Ciudad Real, la Virgen del Prado, a la que la dolorosa de las manos entrelazadas llegó con el final de la marcha "Virgen de los Estudiantes".
En Virgen del Prado se rezarían varias oraciones antes de que Nuestra Señora del Desconsuelo y Visitación continuara hacia Virgen del Perpetuo Socorro mientras el quinteto de metales de la Banda de Mairena del Alcor tocaba el final de "Virgen de los Negritos".
Anochecía ya cuando la dolorosa de la Hermandad de Pasión y Muerte recorría las últimas calles del itinerario de este rosario vespertino, que fueron Virgen Inmaculada, otro tramo de Trabajo, Virgen del Mar, Virgen del Pino y de nuevo Virgen de Fátima, entrando en la Parroquia del Buen Aire en torno a las diez y media de la noche.
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