La Hermandad del Amor está celebrando este fin de semana el besamanos a Nuestra Señora del Socorro, que está recibiendo los besos de los devotos en la cabecera de la nave de la Epístola de la Iglesia del Salvador, a los pies del retablo de la hermandad que preside el Santísimo Cristo del Amor.
Se encuentra elevada sobre una fina peana plateada y está vestida con manto liso de terciopelo marrón y la saya estrenada en el besamanos de 2014, confeccionada por José Antonio Grande de León a partir de unos bordados del siglo XVIII con lentejuelas, pedrería y espejuelos. Además, lleva la toca de sobremanto de salida y la corona con la que también sale a las calles cada Domingo de Ramos. En el pecherín lleva un puñal dorado y en la mano izquierda sostiene un rosario, mientras que en la derecha, en la que recibe los besos, no tiene nada.
En los laterales del montaje del besamanos hay varios blandones dorados con cera blanca y junto a la Virgen están dos de las jarras de su paso de palio con diversas especies florales de tonalidades blanca y morada, así como dos ángeles que sujetan sendas ramitas de azucenas de orfebrería. También se han utilizado los faroles de entre varales del palio.
Detrás, sobre grandes peanas de madera dorada de la hermandad hay varios candeleros con cera blanca, y delante de éstos vemos otras dos jarras con las mismas flores antes descritas. Y al fondo, a los pies del retablo se han colocado dos jarras más, en este caso con flores de talco, y flanqueando al Cristo del Amor se encuentran la bandera concepcionista, la bandera blanca del cortejo de la Sagrada Entrada en Jerusalén, dos ángeles del paso del crucificado y dos de los paños de bocina. Finalmente, en la base de la cruz del Cristo hay claveles rojos.
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