Ni instalación de portadas en la Plaza de San Francisco, ni traslado de la Hiniesta Gloriosa en la víspera y subida a su altar con el cántico de su salve, ni recorrido por los altares, balcones y escaparates, ni concierto de la Sinfónica Municipal, ni tempranero traslado del Señor de la Cena mientras va poco a poco amaneciendo, ni procesión eucarística sobre alfombra de romero, ni vuelta de la Cena con sones de Cigarreras, ni pontifical, ni regreso de la Hiniesta por sus callejones.
En este 2020, año para tirar directamente a la basura y hacer como que nunca ha existido, nos quedamos también sin día del Corpus Christi, una de las fechas más importantes del calendario festivo de la ciudad. En su lugar, como ha acordado el Arzobispado de Sevilla, el jueves de Corpus, día 11 de junio, habrá por el interior de la Catedral una pequeña procesión con Su Divina Majestad bajo palio recorriendo las naves ante una reducida cantidad de personas y bendición final hacia la calle desde la puerta de la Asunción. Similares indicaciones se han hecho también para el resto de procesiones eucarísticas de las diferentes parroquias de la Archidiócesis.
Con una Semana Santa en blanco y un mes de mayo sin Glorias, la cancelación de la festividad del Corpus tal y como la conocemos nos sitúa ya en junio. Las cofradías letíficas de dicho mes no tardarán en anunciar el mismo camino. Así pues, suma y sigue...
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