jueves, 11 de marzo de 2021

CHEMA RODRÍGUEZ NOS DEBE UN CARTEL Y EL CONSEJO SE LO DEBE A ÉL


Cuando han pasado ya bastantes días de la presentación del cartel de la Semana Santa de Sevilla de 2021, obra de Chema Rodríguez, es momento de hacer un análisis de su propuesta una vez pasadas las alabanzas y críticas iniciales, y cuando probablemente muchos ya lo hayan olvidado; no por nada, sino porque todos los años se le da al cartel más importancia de la que luego realmente tiene.
Ya conocemos los elementos fundamentales del cartel: la mesita de noche, el altar doméstico, el Gran Poder y la Macarena como devociones representativas de la ciudad, la corona de espinas como símbolo del sufrimiento por la pandemia, el ancla de la Esperanza símbolo de nuestro sueño de que todo esto pase pronto, el rosario de las oraciones particulares y hasta el paréntesis de color rojo que enmarca la obra y que sitúa a la Semana Santa de 2021 (también a la de 2020 y quién sabe si incluso a la de 2022) como eso, un paréntesis en la manera tradicional de vivir y manifestar la fe por las calles.
Realizada la descripción de manera rápida, habría que hacerle una petición al Consejo de Cofradías. Al igual que ha hecho con el pregonero de 2020, Julio Cuesta, renombrado pregonero para 2021 y ya para 2022, quizá también debería tener en cuenta a Chema Rodríguez para encargarle un verdadero cartel de Semana Santa cuando realmente haya algo que anunciar.
Porque un cartel se supone que en esencia es eso, un anuncio, y un cartel de Semana Santa cuando no va a haber Semana Santa (al menos en la forma en que la entendemos) no es un cartel. El Consejo le debe, por tanto, a Chema Rodríguez un encargo de cartel de Semana Santa.
Pero es que el pintor también nos debe uno a los cofrades. Hay que reconocer el mérito de hacer un cartel sin anuncio, sin nada que anunciar. Y hay que reconocer su creatividad e incluso su paciencia con un Consejo que le dio algunas, quizá demasiadas, instrucciones de lo que debía pintar o, más bien, de lo que no debía pintar (nada de pasos, nada de calle, nada de... nada). 
La conclusión, por todo ello, sería que el cartel de la Semana Santa de 2021 dice más bien poco como cartel de Semana Santa, por no afirmar directamente que no dice nada. Puede que sea justo eso lo que lo convierta en el mejor cartel posible para una Semana Santa como la que se nos viene, que es una Semana Santa que nos va a decir a los cofrades más bien poco, por no afirmar directamente que no nos dirá nada.
Y precisamente por eso, porque Chema Rodríguez ha sido capaz de hacer el mejor cartel de una "no Semana Santa", estamos convencidos de que podría haber hecho un perfecto cartel de Semana Santa, de una Semana Santa de verdad. El Consejo se lo debe y él nos lo debe a nosotros.

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