lunes, 18 de marzo de 2013

EL MANTO DE TISÚ DE LA MACARENA: EL SUEÑO DE JUAN MANUEL RECUPERADO


La sede de la Fundación Cajasol ha acogido entre el pasado jueves y ayer, domingo, la exposición "El manto de tisú de la Macarena: el sueño de Juan Manuel recuperado", que ha permitido contemplar de cerca el resultado de la restauración a la que el taller de Fernández y Enríquez ha sometido al manto de tisú bordado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda entre 1929 y 1930.
Esta pieza ha sufrido a lo largo de los años diversas actuaciones que habían desvirtuado por completo su diseño original. Por ello, tal y como se explicaba en un enorme panel instalado en la muestra, el objetivo principal de esta última intervención ha consistido en recuperar ese dibujo primitivo desaparecido, lo que se ha conseguido gracias a una combinación de técnicas artesanales y digitales, a través de la observación de un buen número de fotografías antiguas y una plantilla del manto a tamaño natural que también se pudo ver en esta exposición.
Al recuperar igualmente las medidas originales del manto, se procedió a restaurar el dibujo de cada una de las piezas, recolocándolas en su sitio y respetando el espacio entre ellas que Rodríguez Ojeda había determinado.
La historia del manto se pudo leer a través de ese mismo panel. Así, sabemos que el diseño lo presentó Juan Manuel a la hermandad el 9 de septiembre de 1929 y ya estaba acabado el 26 de marzo de 1930. Fue bendecido el Viernes de Dolores de aquel mismo año, 11 de abril.
El coste del manto fue de 36.000 pesetas, incluyendo en esta cantidad el precio del tisú verde, proporcionado por la empresa valenciana Tejidos López. El rey Alfonso XIII contribuyó en la realización con la aportación de mil pesetas a la suscripción popular que se llevó a cabo. La vinculación de la Familia Real con esta prenda se ve también en la visita que el 19 de enero hicieron las infantas Esperanza, Dolores y Mercedes de Borbón al taller de Rodríguez Ojeda cuando se estaba confeccionando.
El panel explicativo, que mostraba diferentes fotos del proceso de restauración, además de otra muy curiosa de las bordadoras una vez finalizado el manto, nos acercaba también a la biografía de Rodríguez Ojeda, nacido en 1835 y fallecido precisamente el año de la bendición del manto. Se formó como diseñador en el taller de las hermanas Antúnez, en el barrio de la Macarena, junto a compañeros como Guillermo Muñiz, Edmigio Serrano Dávila y Manuel Beltrán entre los años 1865 y 1875. Posteriormente, se asentaría con taller propio, en el que también trabajaba su hermana Josefa, y revolucionaría el concepto del bordado no sólo gracias a sus trabajos para la Hermandad de la Macarena, sino también para otras cofradías, como la Amargura, San Bernardo, la Hiniesta, los Negritos, los Panaderos...







El manto estaba colocado sobre una plataforma inclinada hacia el espectador, de forma que se pudiera contemplar de un modo similar a cuando lo vemos en el paso de palio, aunque extendido para poder apreciar el dibujo en toda su extensión.













La exposición se completaba con la continua proyección de la película "Macarena, luz y gracia de Sevilla", de Carlos Colón y Carlos Valera.

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