lunes, 2 de noviembre de 2015

HUMILITAS: MÁS DE 450 AÑOS DE VERA-CRUZ EN SANLÚCAR LA MAYOR


Ayer fue clausurada en el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla la exposición "Humilitas: Más de 450 años de Vera-Cruz en Sanlúcar la Mayor", una nueva muestra con la que esta institución con sede en la calle Sierpes ha vuelto a contribuir a dar a conocer entre los sevillanos y visitantes el patrimonio y la historia de una hermandad de la provincia.
En este caso, la protagonista de esta interesante exposición ha sido la Muy Antigua, Real e Ilustre, Humilde y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, Santísimo Cristo de la Humildad en su Flagelación, María Santísima de la Piedad, Nuestra Señora de la Antigua, María Auxiliadora y Santa Ángela de la Cruz, de la localidad de Sanlúcar la Mayor.
Se trata de una corporación penitencial que viene celebrando en este 2015 una serie de efemérides, como el L aniversario de la bendición del Santísimo Cristo de la Humildad; también el L aniversario de la coronación popular de María Santísima de la Piedad; y el CDL aniversario de la construcción de la capilla que es su sede canónica.
Entre los actos programados para todas estas conmemoraciones se enmarca esta exposición, llamada "Humilitas" por la advocación del Cristo que cumple medio siglo y por el propio carácter humilde de esta hermandad sanluqueña.
Vamos a repasar, pieza a pieza, todo lo expuesto en esta interesante exposición que dividía su contenido en tres zonas diferentes: el patio y cada una de sus dos salas.
Comenzamos por el patio, dedicado a la historia fundacional de la hermandad y a su sede canónica. "Filia Ecclesiae" era el título de esta parte de la muestra que, analizando ya todo lo expuesto, se iniciaba con una pintura de Nuestra Señora de la Antigua, que es titular de la hermandad. Se trata de un lienzo pintado al óleo en 1841 por Eustaquio Ramos y Piedra, del que una inscripción en la parte trasera de la pintura se encarga de indicar que era sordomudo. La pintura pertenece al Ayuntamiento de Sanlúcar la Mayor, pero está cedida a la hermandad. En su origen, fue propiedad del antiguo Hospital de la Antigua, el más importante de los existentes en la localidad y que tuvo una gran vinculación con la Hermandad de la Vera-Cruz.



En el patio también se exponía una gran fotografía de la Capilla de la Vera-Cruz, junto a documentos históricos como las condiciones de la obra de albañilería para la construcción de la capilla (1565); la transcripción del documento de alquiler de unas "tierras de pan" propiedad de la cofradía que demuestra su existencia cinco años antes de las primeras reglas conocidas; otro que da fe de la existencia de las reglas aprobadas en 1565; una antigua regla de 1757; el proyecto de remodelación de la capilla de 1938; las antiguas reglas de 1948; y el programa de las fiestas de celebración del cuarto centenario de la hermandad.







Antes de pasar a la primera sala, hay que apuntar la presencia del original del cartel anunciador de la exposición, obra pintada a grafito y acuarela por Tomás Rodríguez Barba.


La segunda parte de la exposición se titulaba "Agnus Dei" y estaba dedicada a las dos imágenes de Cristo que son titulares de la hermandad. Siguiendo en orden todo lo expuesto, en primer lugar veíamos una fotografía del paso del Santísimo Cristo de la Humildad durante la estación de penitencia del Jueves Santo de 2013.


A su lado, se mostraba el boceto de este mismo paso, obra del desaparecido Antonio Martín de 1986. Es de estilo neobarroco netamente sevillano y su dibujo, pero sobre todo el resultado final, recuerda en gran medida a otras obras del tallista, como el paso del Señor de la Salud de los Gitanos o el de la Sentencia de Jerez.


Seguimos con el frontal de este mismo paso, del que veíamos el canasto, los respiraderos y los candelabros. Como queda dicho, es de Antonio Martín, con imágenes escultóricas de Manuel Carmona y dorado en los talleres Arosa. Además, se mostraba el llamador, de bronce negro y baño de plata, labrado por Manuel Jiménez Almagro en 2008.










A continuación, se encontraba una fotografía de cuerpo entero del Santísimo Cristo de la Humildad, escultura de Aurelio López Azaustre de 1965.


A su lado, el boceto en yeso de esta misma imagen, del año 1964 y propiedad de la familia de López Azaustre, que lo ha cedido para esta exposición.


Igualmente, se mostraba una fotografía del propio escultor trabajando en este boceto de yeso, junto a otro boceto dibujado sobre papel y una fotografía de este Cristo sobre su antiguo paso procesional.



Y del actual Cristo de la Humildad, al anterior. La antigua talla, que fue titular de la hermandad hasta 1965, ha formado también parte de la exposición. Se trata de una imagen de papelón del siglo XVIII que se encuentra cedida al Convento de San José, de las Carmelitas de Sanlúcar la Mayor. El Señor llevaba unas potencias de plata, conocidas como las de la flor de lis, también del siglo XVIII.





A su lado, se situaron dos fotografías de este antiguo Cristo cuando era titular de la hermandad; una en su hornacina en 1945 y otra sobre el antiguo paso (siglo XVIII), que se cargaba al hombro, y con las antiguas figuras secundarias.


Precisamente, a continuación veíamos cuatro grandes fotografías de cada uno de los lados de ese antiguo paso, de estilo barroco y de la segunda mitad del siglo XVIII, siguiendo el modelo impuesto por Francisco Antonio Gijón a finales del siglo anterior. Sobre este paso procesionaron ambos titulares cristíferos de la hermandad.




También de este paso se mostraba una fotografía visto desde atrás y el contrato de hechura del mismo, firmado por su autor, José Barela, en 1774.



Pasamos al paso del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, del que también se veía en primer lugar una foto del Jueves Santo de 2013.


A continuación, se exponía el frontal del canasto de este paso y los candelabros, junto al diseño del mismo, que aún no está finalizado por completo, y que es obra de Antonio Ibáñez (2003).








Al lado de los bocetos, había una fotografía del Cristo de la Vera-Cruz, titular de la hermandad desde 1925 y tallado por Pío Mollar Franch.


Continuamos con otra fotografía del mismo crucificado tomada en 1945, cuando tenía un aspecto ligeramente diferente al actual, ya que posteriormente sufrió una serie de modificaciones.


Seguimos con una fotografía del Cristo de la Salud, atribuido a Juan Bautista Vázquez 'El Viejo' (segunda mitad del siglo XVI), que recibe culto en la Iglesia de San Eustaquio de Sanlúcar la Mayor. Se sabe que este crucificado procesionó con la hermandad en sustitución del Cristo de la Vera-Cruz durante algunos años de la primera década del siglo XX.


En el mismo convento carmelita donde actualmente se encuentra el antiguo Cristo de la Humildad, también recibe culto el antiguo Cristo de la Vera-Cruz, obra de papelón del siglo XVIII, sustituido por el actual en la segunda década del siglo XX.


Una de las piezas más llamativas de la exposición "Humilitas" es el que probablemente fuera el titular primitivo de la Hermandad de la Vera-Cruz de Sanlúcar, que se encuentra en un estado muy deficiente, ya que durante muchos años estuvo guardado desensamblado en un arcón. Pese a su estado de conversación, es una imagen considerada de estilo gótico-mudéjar de una grandísima valía artística e histórica. Es de madera de pinácea datada a finales del siglo XIV o principios del XV.







Finalizaba esta zona de la exposición con dos vitrinas en las que se veían diversas piezas. En primer lugar, el acta del cabildo de oficiales de marzo de 1924 en la que se deja constancia del acuerdo de adquisición de la actual imagen del Cristo de la Vera-Cruz, adquirida por 1.250 pesetas al comercial de artículos religiosos Juan Bautista Gimeno, que era valenciano, pero estaba afincado en Sevilla.


A su lado, la antigua corona de espinas y el INRI, ambos de metal plateado, que tenía en sus inicios el crucificado.



También aquí se mostraba una dramática fotografía del Cristo de la Vera-Cruz del 1 de abril de 1983, después del accidente que sufrió la imagen durante la estación de penitencia de aquel año, en que una viga que sujetaba un cable provocó que el crucificado quedara seccionado por la cabeza y el pecho tras golpear con la cruz. Tuvo que ser restaurado inmediatamente por el profesor Rivero Carrera.


Seguimos con las potencias que hasta 2010 llevaba el Cristo de la Humildad y que previamente habían pertenecido al ajuar del Cristo de la Vera-Cruz. Son de Hijos de Cristóbal Ortega, de 1924.


Por último, se mostraban varios documentos: un artículo de opinión de El Ideal de Granada (1964) en el que el crítico de arte Marino Antequera habla sobre el boceto del Cristo de la Humildad; otro artículo también sobre este Cristo del periodista Lorenzo Ruiz Peralta, del Diario Patria (Granada, 1965); las actas de recepción y adquisición de esta imagen; el contrato de ejecución de la misma y el presupuesto para su compra.




Llegamos a la segunda sala, donde se mostraba la tercera parte de la exposición, titulada "Causa Nostrae Laetitiae" y dedicada al patrimonio relacionado con María Santísima de la Piedad. Sorprendía al entrar en la sala la práctica totalidad de los elementos que conforman su paso de palio extendidos a lo largo de toda una pared.
Así, veíamos la bambalina frontal y las laterales, bordadas en hilo de oro sobre malla de bolillos y confeccionadas por Benjamín Pérez Pérez en 1988; los doce varales de los talleres de Juan Fernández, labrados en metal plateado en 1962; los respiraderos de Fernando Cruz, de los años 50; los candeleros (son un total de 86), también de Juan Fernández, de alpaca plateada, realizados entre 1969 y 1975; las jarras, de Hijos de Juan Fernández, de 1964; los candelabros de cola, de alpaca plateada y del mismo taller y fecha; la pequeña imagen de la Virgen de Loreto, patrona del Aljarafe, obra del escultor Gabriel Cuadrado, de 1968; y el llamador, de plata de ley, de los Hermanos Delgado (2005).














Junto a todos estos enseres, se mostraba una fotografía del paso de palio en la calle con la Virgen de la Piedad, que demostraba el excelente conjunto que conforman todos los enseres expuestos con la dolorosa sanluqueña.


Siguiendo con el patrimonio de la Virgen, se exponían a continuación tres sayas. La primera, la saya verde, conocida como la del lazo, confeccionada en 1987 a partir de diversos bordados de principios del siglo XX.


A su lado, la saya de salida, de tisú con bordados en oro. Fue diseñada en 1961 por el orfebre Juan Fernández y bordada por Ana Padilla y un grupo de hermanas de la hermandad.


La tercera y última, la saya blanca bordada en oro y sedas, de entre los años 1926 y 1927.


A su lado, se mostraba la toca de sobremanto, bordada en oro y sedas sobre malla por Benjamín Pérez Pérez en 2003.


También se exponía la peana procesional, labrada en plata en estilo barroco por Fernando Cruz en 1956.



Hemos tenido también ocasión de observar en esta completa exposición el manto de salida de la Virgen de la Piedad. Se estrenó en 1927 después de haber sido encargado a la casa de Juan Bautista Gimeno, aunque se desconoce el autor o autores materiales. En 1966 fue modificado al pasarlo a terciopelo verde de Lyon, se enriquecieron los bordados y se añadió una malla de oro.





Seguimos con una antigua toca de sobremanto, realizada en encaje y blonda de hilo de oro a principios del siglo XX.


A continuación, en una vitrina, se mostraban una corona dorada con el estilo propio de las coronas del siglo XVII, donada a la hermandad por una devota en 1942; otra de plata rull, de estilo romántico, datada en el siglo XIX; y un conjunto de paloma y estrellas también de plata rull, de 1866, que formaban parte del antiguo palio negro de la Virgen de la Piedad.




Al lado se exponían las antiguas manos entrelazadas de la dolorosa, del siglo XVII, sustituidas en los años 50 por las actuales, atribuidas a Antonio Illanes.


Un documento curioso se veía a continuación: la copia de un extracto del testamento de Antón García Seco, vecino de Sanlúcar la Mayor, que en 1568 decide donar a la Hermandad de la Vera-Cruz cuarenta ducados para la compra de dos candelabros de plata para el altar de la Virgen de la Piedad. Se trata de la primera referencia documental a la dolorosa haciendo mención expresa a su advocación.


También se mostraba la corona de salida de la Virgen, de estilo neogótico y labrada en plata sobredorada en 1965, año en que tuvo lugar la coronación litúrgica. La corona, de Juan Fernández, es similar a la que este mismo orfebre labró para la Virgen de la Paz de Sevilla en 1949. Su coste fue de 30.000 pesetas y se costeó con donativos particulares de dinero y plata.


La exposición concluía con una vitrina en la que se podían ver diversas piezas del ajuar de la Virgen de la Piedad: un rosario de oro y nácar donado por los jóvenes de la hermandad tras la restauración de la dolorosa en 2013; una rosa de plata donada por los costaleros también en aquel momento; un broche de oro con una esmeralda, de 1985; el broche de oro con la advocación de la Virgen (1985); una cruz de oro donada por los hermanos el mismo año; y la Medalla de Sanlúcar la Mayor, concedida por el Ayuntamiento en el año 2000, siendo la primera ocasión en que el Consistorio sanluqueño se la concede a una hermandad.







La provincia de Sevilla cuenta con grandes hermandades, con enormes patrimonios que nada tienen que envidiar a los de las hermandades de la capital, y con una asombrosa riqueza histórica. Gracias al Círculo Mercantil, hemos tenido la ocasión de acercarnos a una de esas importantes corporaciones que aglutinan en torno a ellas la fe de todo un pueblo. Es el caso, sin duda, de la Vera-Cruz de Sanlúcar la Mayor, que seguirá sumando años a los más de 450 que vienen celebrando sus cofrades.

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