martes, 22 de enero de 2019

LA CLEMENCIA DE JEREZ CELEBRA CON UNA EXPOSICIÓN LOS 25 AÑOS DE SU CRISTO


La Hermandad de la Clemencia de Jerez celebra los 25 años de la bendición de su Cristo titular con una exposición inaugurada el pasado sábado que supone un recorrido por la historia y el patrimonio de esta joven cofradía del Martes Santo.
'Periodista Cofrade' ha estado en ella y en el siguiente reportaje podremos ver con todo detalle cada uno de los enseres expuestos. Pero antes, habría que comenzar indicando, como se explica en varios paneles, que fue a principios de los años noventa del pasado siglo cuando se dieron los primeros pasos de la hoy hermandad de penitencia en el barrio del Polígono de San Benito. Un grupo de niños y jóvenes fueron los impulsores de una asociación que tuvo como primer titular una imagen llamada Nuestro Padre Jesús de la Traición, nombre algo inapropiado que hacía alusión a la traición sufrida por el propio Jesús por parte de Judas. Por ello, la advocación finalmente elegida fue Santísimo Cristo de la Clemencia en la Traición de Judas.
Precisamente, el primero de los enseres expuestos es el busto de aquel Cristo de la Traición, obra de Juan Manuel Cristóbal (1992), que fue la primera que vieron procesionar las calles del barrio de San Benito.


A lo largo de la exposición se muestran varios recortes de prensa relacionados con los principales hitos de la historia de la hermandad; así, tras el busto del primitivo titular vemos una página del desaparecido El Periódico del Guadalete, donde precisamente se informa de la primera salida de la asociación el Viernes de Dolores de 1992.


Pronto, cuando la asociación juvenil empezó a crecer, se vio la necesidad de encargar una imagen titular de mayor calidad. Hay que tener en cuenta, además, que los Hermanos Ortega Alonso, sobrinos del genial Luis Ortega Bru, ya habían realizado la imagen de Judas Iscariote, que iba en un pequeño paso junto al Señor de Juan Manuel Cristóbal. Por ello, la ya asociación parroquial encarga a los mismos autores la nueva imagen, que tendría el nuevo nombre, Cristo de la Clemencia, y que sería bendecido el 8 de diciembre de 1993. Vemos en la misma vitrina que lo referido anteriormente el boceto del rostro de la actual imagen, sus primitivas manos, que tuvieron que ser sustituidas al modificar la articulación de los brazos, el boceto dibujado de las nuevas manos, una invitación al acto de bendición de la imagen, una foto de los escultores en su taller con el Cristo y otro recorte de prensa informando del acto de bendición.







A continuación, se muestra el cartel anunciador de la Solemne Bendición del Cristo de la Clemencia, que fue oficiada por el que fuera el primer obispo de la Diócesis de Asidonia-Jerez, Rafael Bellido Caro, quien después de muchos años sin ver con buenos ojos la creación de nuevas hermandades apoyó a la Clemencia en la consecución de sus objetivos.


A los pies del Cristo de la Clemencia dejó Bellido Caro su solideo, el cual vemos enmarcado bajo una de las primeras fotos realizadas a la imagen sin estar vestido con túnica alguna.


Siguiendo el orden de la muestra, damos ahora un salto en el tiempo al encontrarnos con el banderín de la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Clemencia, formación surgida en el seno de la hermandad en 2016 y que desde un año después acompaña en la tarde del Martes Santo al paso de misterio de su hermandad. El banderín, bordado en oro y sedas, es obra de Pedro Palenciano Olivares, con asta y remate de Orfebrería Bernet.


La característica cruz de guía de la corporación, tallada en madera de cedro con estilo rocalla, forma también parte de la exposición. Es de Antonio Vega Sánchez, del año 1995, y cuenta aún con la particularidad de tener en el crucero el antiguo escudo de la hermandad.



Dos recortes de prensa más se muestran junto a la cruz de guía. El primero de ellos es la crónica de la bendición del Cristo de la Clemencia, publicada por Diario de Jerez el 9 de diciembre de 1993. El segundo, del periódico Jerez Información, es del 28 de marzo de 1999 y cuenta la primera salida de la hermandad como cofradía de penitencia con nazarenos, que tuvo lugar el día anterior, Sábado de Pasión.



Pasamos a ver el boceto del conjunto escultórico que tallaron para la hermandad los Ortega Alonso. En el boceto, de 1996, aparecen todas las imágenes que actualmente conforman el paso, salvo el soldado romano previsto inicialmente, que finalmente fue sustituido por un guardia judío, algo más acorde con la realidad de la escena mostrada. Recordemos que no fueron los romanos, sino las autoridades religiosas judías, quienes detuvieron a Jesús para promover su condena.





Detrás del boceto vemos la crónica de la bendición del Cristo de la Clemencia que publicó El Periódico del Guadalete y la portada del suplemento Cofrade del mismo diario del 29 de noviembre de 1998, cuando se informó de la conversión de la asociación parroquial en hermandad de penitencia.



Y entre ambas portadas, el documento de venia de la primera vez que la Hermandad de la Clemencia hizo estación de penitencia a la Catedral, lo que ocurrió el Martes Santo de 2005, una foto de aquel día y una mascarilla en barro del Cristo.



Nos acercamos a la primera de las vitrinas ubicadas en la pared de la derecha de la sala utilizada para la exposición. En ella se muestran varias de las cartelas del paso de misterio, realizadas también por los Ortega Alonso en 2003. En la vitrina están cuatro de las cartelas y el boceto de la frontal.






Volvemos a los recortes de prensa con las portadas de los suplementos cofradieros de la Semana Santa de Jerez Información y de La Voz de Cádiz, correspondientes al Miércoles Santo de 2005 y dedicadas al estreno de la Clemencia en carrera oficial el día anterior. Desgraciadamente, la lluvia marcó aquel Martes Santo, obligando a la cofradía a quedarse en la Catedral hasta su regreso a San Benito el Domingo de Resurrección.



La Hermandad de la Clemencia tiene el carácter de sacramental, por lo que en la siguiente vitrina se muestran diferentes enseres eucarísticos, entre los que destacan la pintura de Cristo Sacerdote (Bruno Díaz, 2014) que suele presidir el monumento del Jueves Santo que se instala en la parroquia; las caídas del palio de respeto, bordadas en oro y sedas en el siglo XIX; una umbella para los traslados de Su Divina Majestad del siglo XX; una custodia y una talla de la Inmaculada.





Una nueva vitrina se sitúa a continuación, donde vemos en el centro el libro de reglas, con la cubierta bordada en oro y sedas sobre terciopelo burdeos por Fernando Calderón en el año 2000.


También está aquí el llamador del paso de misterio, que representa el Triunfo de la Eucaristía. Fue modelado por Álvaro Abrines y realizado en bronce por José Manuel Bernet en 2015.


Vemos igualmente una cruz alzada de plata y madera de pino, realizada por un autor desconocido en el primer tercio del siglo XX.


Asimismo, se exponen una bocina, un bastón de orfebrería plateada, un dibujo de un nazareno de la cofradía, el decreto de erección canónica de la Clemencia como hermandad de penitencia y la crónica del Diario de Jerez del Vía Crucis de las Cofradías de 2008, que fue presidido por el Cristo de la Clemencia.





Antes de la siguiente vitrina, vemos una pintura del Señor de la Clemencia realizada por José Lorenzo Gallego 'Jologa' en 2007.


Se agrupan ahora distintos enseres pertenecientes al Cristo de la Clemencia, como la túnica procesional, bordada en oro y plata sobre terciopelo color burdeos por Pedro Pablo Gallardo en 2008, según diseño de Joaquín Ossorio.


A su lado, se dispone una estola bordada en oro y sedas en el siglo XIX. Es costumbre en la hermandad que bajo la túnica siempre lleve una, en alusión a Jesucristo como principal sacerdote.


Seguimos con unas potencias de plata sobredorada, labradas en 1992 por Orfebrería Andaluza.


Vemos ahora otra estola de brocado junto a varios gemelos y el alfiler con la advocación del Señor en plata.


Y al otro lado de la túnica encontramos la bandera del Cristo, que forma parte del cortejo del paso de misterio cada Martes Santo. Es de color morado y tiene el antiguo escudo bordado en el crucero, procedente del antiguo estandarte corporativo. La confección de esta bandera, que se utiliza para cubrir el féretro de los hermanos difuntos durante su funeral, se debe al bordador Francisco Carrera Iglesias (1995).


Completamos esta vitrina con otro juego de potencias, éstas labradas en plata sobredorada por Orfebrería Bernet en 2009; así como un broche y unos gemelos de oro blanco y granates de Joyería Modu (2008).




Junto a la vitrina, observamos dos pinturas más dedicadas al Santísimo Cristo de la Clemencia.



Antes de continuar con las vitrinas dedicadas a la Virgen de la Salud y Esperanza, volvemos atrás para ver la delantera del paso de misterio de la Señor de la Clemencia, tallado por los Hermanos Caballero, con cartelas de los Ortega Alonso. Cuenta con faldones de damasco rojo y respiraderos bordados.









Junto al frontal del paso están los tres apóstoles que forman parte del misterio, tallados como el Señor de la Clemencia por los Ortega Alonso. Se trata de San Juan, Santiago y San Pedro.









Y a continuación está el estandarte corporativo, bordado en oro y sedas de colores sobre terciopelo burdeos por Pedro Palenciano en 2013. Cuenta además en el centro con el arcángel San Rafael, modelado por Antonio López.



En el centro de la sala, colocadas en fila, están las otras tres tallas secundarias del paso. En primer lugar, vemos el sanedrita acusador, seguido del guardia judío al que aquél pide que detenga a Jesús una vez señalado por Judas. En último lugar, aunque fuera el primero de todo el conjunto escultórico en ser tallado, antes incluso que el Cristo, está el propio Judas Iscariote, que esconde con la mano izquierda en la espalda la bolsa con las treinta monedas de la traición.











Vemos también nueve varas y una pértiga. Entre las varas, de Orfebrería Bernet, se encuentra la del hermano mayor. Las cuatro de los extremos conservan aún el antiguo escudo de la hermandad.




El 12 de marzo de 2005 fue bendecida la imagen de María Santísima de la Salud y Esperanza, tallada por Salvador Madroñal. Las limitaciones económicas de la hermandad y el hecho de querer esperar a tener un cortejo de nazarenos lo suficientemente extenso retrasaron su inclusión en el cortejo de la cofradía hasta el Martes Santo de 2017, día del estreno del último paso de palio incorporado a la Semana Santa jerezana.
En la zona dedicada a la dolorosa, se ha dispuesto el frontal de su paso de palio, con diseño de Javier Sánchez de los Reyes y bordados de Pedro Palenciano. Vemos la bambalina delantera, la única que de momento está bordada en oro y sedas sobre terciopelo verde y tisú de plata, con apliques de orfebrería y esmaltes de Manuel Valera. En la primera salida del palio ya se estrenó esta bambalina bordada.
Los varales son de Orfebrería San Juan, de 2008, mientras que los respiraderos son de Orfebrería Bernet y el próximo Martes Santo estrenarán la finalización de los bordados del frontal por parte de Palenciano y los apliques de orfebrería y esmaltes de Rafael Rubio, cuentan en el centro con una pintura de José Luis Romeral donde se representa el dogma mariano del Theotokos, es decir, María como la Madre de Dios. A los lados están Adán y Eva, y en las esquinas San Pedro y San Pablo, modeladas por Álvaro Abrines.
Por otro lado, en los laterales se han ubicado los candelabros de cola, labrados por Orfebrería Santos en 2017 y pensados como el triunfo de la fe sobre el pecado, dado que las velas se apoyan en dragones que son la base de los candelabros y que simbolizan el pecado aplastado por la luz de la fe. Además, sobre los respiraderos se encuentran dos jarras de metal plateado y malaquita, realizadas por Orfebrería San Juan en 2007. Finalmente, en el centro de todo el conjunto hay una pintura de la Virgen de la Salud y Esperanza.
















A su lado se encuentra la peana procesional, realizada en metal plateado y repujado por Manuel Valera en 2016. En un óvalo central aparece la escena de la Coronación de la Virgen.




Sobre la peana se ha colocado la bandera concepcionista de la hermandad, confeccionada en 2016 por Pedro Palenciano con bordados en oro y sedas sobre tisú celeste.



Vamos ya a las vitrinas con enseres de la Virgen, comenzando por la que nos muestra la saya de tisú de plata bordado en oro y sedas por Mariano Martín Santonja en 2013, siguiendo el diseño de José Luis Romeral.


Junto a la saya se muestran la corona de salida, de plata de ley sobredorada (Joaquín Ossorio, 2007), un puñal de plata sobredorada y piedras semipreciosas (Orfebrería Bernet, 2016) y un conjunto de pendientes y broche.





A su lado, observamos varios rosarios y más broches y pendientes, además de algunos pañuelos de encaje y un fajín y bastón donados a la Virgen de la Salud y Esperanza por el general de división Fernando Fernandez de Bobadilla y Hastings.






El último recorte de prensa de la exposición pertenece al diario Jerez Información del 3 de marzo de 2005, en el que se anunciaba para el día 12 la bendición de la dolorosa y se ofrecían algunos datos de la que iba a ser la primera estación de penitencia de la hermandad a la Catedral.


A su lado, se encuentra una pintura digital de la Virgen de la Salud y Esperanza, realizada el año pasado por José Miguel González.


En la siguiente vitrina destaca una saya confeccionada con un antiguo terciopelo bordado en plata de origen otomano.


Junto a la saya y ante un encaje se sitúa el boceto original de la imagen de María Madre de la Iglesia que recibe culto en la Parroquia de San Benito y que es titular letífica de la hermandad. Es obra en madera tallada y estofada de Manuel Prieto Fernández, de 1970.


Y al otro lado de la saya, encontramos un fajín hebraico, algunos encajes y un rosario junto a dos piezas de plata labradas por Joaquín Ossorio: un puñal (2005) y una diadema (2007).



Continuamos con el cartel anunciador del rosario que se rezó por las calles del barrio el 7 de diciembre de 2009, pintado por Manuel Cobo.


Otra insignia del cortejo de la cofradía se muestra ahora, como es la bandera pontificia, que presenta el escudo del Papa San Juan Pablo II. Es de tafetán bordado en oro, plata y sedas de Pedro Palenciano, con orfebrería de José Manuel Bernet tanto en el asta como en las varas de acompañamiento (2015).



Pasamos a otra vitrina, donde se muestra una saya de terciopelo burdeos con bordados provenientes de una casulla del siglo XIX. Lola Rodríguez fue la encargada en 2012 de confeccionar esta prenda.


A un lado de esta saya contemplamos diversos enseres, como un puñal de Manuel Valera (2016), labrado en plata sobredorada, esmaltes y zafiro, con la Profecía de Simeón en el centro; un fajín hebraico de sedas, pasamanería y bordados en canutillo de oro, obra de Mariano Martín Santonja de 2013; un rosario y algunos pañuelos.



Y en esta vitrina hay también diversos objetos alusivos a la audiencia que el Papa Benedicto XVI concedió a la Hermandad de la Clemencia en agosto de 2012. Junto a una foto del Pontífice y otra del momento en que el hermano mayor, Ángel Heredia, le entregaba una foto de la Virgen de la Salud y Esperanza, se muestran una escultura del Papa, el solideo que éste regaló a la hermandad como recuerdo por la visita y una réplica de la cruz pectoral con que la cofradía obsequió a Benedicto XVI, realizada en plata sobredorada, esmaltes y zafiros por Manuel Valera en 2011.



La muestra concluye con una curiosa muestra de diferentes enseres de uso interno para vestir a la Virgen de la Salud y Esperanza, como cepillos, peines, encajes, horquillas, alfileres y otros objetos, además de algunas medallas y prendas.




Hasta el 27 de enero podrá visitarse esta exposición en la sala Profundis de los Claustros de Santo Domingo, sala que la Hermandad de la Clemencia comparte con otra muestra conjunta de Manuel Cobo y Tomás Terán titulada "Mater", formada por retratos al carboncillo de todas las dolorosas de las hermandades de penitencia de Jerez.
En lo que respecta a la Clemencia, es una ocasión inmejorable para acercarse a conocer su breve, pero muy intensa trayectoria, desde el inocente sueño de unos jóvenes cofrades hasta la pujante actualidad de una cofradía que fue la primera de una nueva generación de hermandades jerezanas y que, en su caso, es hoy una cita imprescindible de cada Martes Santo.

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