Como cada primer viernes de marzo, Nuestro Padre Jesús Cautivo, de la Hermandad de Santa Genoveva, recibe a los devotos en el presbiterio alto de su parroquia. No se puede aún besar las manos por los coletazos de la pandemia, pero al menos los fieles pueden acercarse al Señor del Tiro de Línea para venerarlo y orar ante él.
Para este acto de veneración, el Cautivo se encuentra vestido con una túnica lisa de color morado, luce las potencias de salida y en el cíngulo, a la altura del pecho, lleva un alfiler con su advocación. A sus pies tiene un pequeño monte de corcho salpicado de espinos, cardos y rosas rojas y naranjas, entre otras flores. Y justo delante del monte queda el escudo de la hermandad de la alfombra ubicada en el presbiterio.
Detrás, la Virgen de las Mercedes y San Juan Evangelista están juntos en el centro del retablo mayor, delante del camarín del Cautivo. A su lado están los ángeles que acompañan al Señor en su paso cada Lunes Santo. Ante la dolorosa y San Juan hay un buen número de candeleros con cera blanca, seis jarras del paso de palio, dos de ellas en los laterales del presbiterio, y dos pequeños ángeles de los que van en las esquinas del canasto del paso del Señor.
Finalmente, en el centro, entre seis pequeños candeleros, está el relicario con la Roca de la Agonía, mientras que en el lado derecho se sitúa la cruz parroquial entre ciriales y más hacia el extremo, ante la imagen de la Milagrosa, está ubicado el estandarte corporativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario