sábado, 22 de octubre de 2022

BESAMANOS A LA VIRGEN DE LAS LÁGRIMAS EN EL PRESBITERIO DE SANTA CATALINA


La Hermandad de la Exaltación celebra este fin de semana el besamanos a Nuestra Señora de las Lágrimas, con el que finalizan los cultos propios del mes de octubre en su honor. En esta ocasión, la dolorosa del Jueves Santo se muestra a los devotos en el presbiterio bajo de la Iglesia de Santa Catalina, elevada sobre una peana de madera dorada con el anagrama mariano en su cartela frontal.
La Virgen de las Lágrimas se presenta vestida con su manto procesional, del taller del Olmo, y con la saya de terciopelo blanco bordada en oro que es una réplica realizada por Jesús Rosado hace dos años de una antigua también de Olmo. Además, luce un fajín hebraico. En la cabeza lleva la corona de salida, que acaba de ser sometida a una limpieza en profundidad, mientras que en el pecherín tiene un puñal, una cruz pectoral, un alfiler con su advocación, un broche con los atributos iconográficos de Santa Catalina y la medalla de los donantes y trasplantados de médula. En cuanto a las manos, da a besar la derecha, mientras que con la izquierda sujeta un rosario y un pañuelo de encaje.
Flanqueando a la dolorosa vemos dos mesas de madera dorada con sendos candelabros plateados con cinco velas blancas, mientras que más adelantados, delimitando por delante el espacio marcado por una alfombra, hay cuatro blandones dorados con cera blanca y dos columnas que sostienen una coloridas especies florales, como son rosas, claveles, lilium y lisiantum, entre otras. Estas flores también se disponen en un centro ante la imagen.
Detrás, vemos el que ha sido días atrás el altar de cultos de la Virgen de las Lágrimas, presidido ahora por el simpecado de la Hermandad del Carmen de Santa Catalina, colocado ante un cortinaje rojo y un dosel con crestería dorada y con un fondo perteneciente al Cautivo de San Ildefonso. Cuatro ángeles mancebos, una pequeña talla del Niño, un gran número de candeleros y parte de los respiraderos del paso de palio completan el altar. Finalmente, en el lado derecho del presbiterio se sitúa el estandarte corporativo.



























El lugar de la Virgen de las Lágrimas en la capilla de la hermandad lo ocupa la imagen de Santa María Magdalena. Además, en el muro izquierdo se ha colocado, ante un pequeño dosel de damasco morado, la cruz de guía de la hermandad.


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