jueves, 4 de octubre de 2018

LA HERMANDAD DE SANTA LUCÍA SALIÓ POR ÚLTIMA VEZ DE LA IGLESIA DE SAN ROMÁN


La Hermandad de Santa Lucía vivió el pasado domingo la que ya con toda seguridad se puede decir que ha sido la última salida procesional desde la Iglesia de San Román, templo en el que se encuentra junto a la Exaltación y el Carmen y Rosario desde que en 2004 fuera cerrada la Iglesia de Santa Catalina. Por fin, el próximo 25 de noviembre se reabrirá este templo que durante estos catorce años ha sufrido a trompicones una restauración que está a punto de concluir.
Este dato hizo muy especial la salida de Santa Lucía, que a las once y media de la mañana abandonó por unas horas la que ha sido su casa durante casi tres lustros para dirigirse a la calle Peñuelas y salir después por Doña María Coronel a la amplitud de la Plaza de San Pedro y la contigua Plaza del Cristo de Burgos.
El cortejo de la cofradía de Santa Lucía lo abría la cruz alzada entre faroles, seguida por el guión fundacional, la representación de los grupos jóvenes de la Milagrosa, el Museo y la Exaltación, los estandartes corporativos de la Hermandad de la Virgen de la Sierra, la Mortaja, el Carmen de Santa Catalina y la Exaltación, el libro de reglas, el propio estandarte de la Hermandad de Santa Lucía y la presidencia.










Tras el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales venía el paso de Santa Lucía, comandado por Juan León Lozano y sus auxiliares. Este año, como el anterior, el paso llevaba una cinta verde por la donación de órganos en la que podía leerse en letras doradas "Hazte donante. Dona vida". Sin embargo, si en 2017 la cinta colgaba de la mano izquierda de la santa, este año la portaban los dos ángeles delanteros de la peana.
El paso llevaba un exorno floral de tonalidad roja compuesto de rosas, margaritas, astromelias, anthurium y gladiolos, salpicadas con el blanco de la paniculata, flores distribuidas tanto en el friso y las esquinas de la mesa del paso, como en las jarras y el friso de la peana.
La Banda de Música Nuestra Señora del Sol volvió a ser la encargada de acompañar a Santa Lucía, tocando por la Plaza del Cristo de Burgos las marchas "Madre Hiniesta" y "Aniversario Macareno".





















Desde Cristo de Burgos, Santa Lucía accedió a la calle Dormitorio, donde la Banda del Sol tocó "Como tú ninguna" mientras el paso se giraba a una casa desde la que se lanzó una petalada sobre la santa. Más adelante, sonó "Rocío" en el giro a Alhóndiga hasta alcanzar la Plaza de San Leandro. En ella, Juan León quiso dedicar una levantá a quien se refirió como Manolito. Con él a su lado, el capataz indicó que "lleva toda la vida en Santa Lucía y ha hecho mucho por la hermandad".
A continuación, el paso se encaminó hasta la puerta del Convento de San Leandro, donde esperaban las hermanas agustinas, con la marcha "Soledad franciscana". Las religiosas, con el paso parado ante ellas, cantaron la Salve.




























"Antonio Machín cantaba a los angelitos negros y aquí delante tengo varios", decía el capataz ante las religiosas antes de que el paso se alejara del convento. "Por las personas que mueren cruzando el mar desde África", comentó para luego dejar que la superiora tocase el llamador "con las mismas manos que hacen las yemas de San Leandro".
Con la marcha "Mi Amargura" se fue Santa Lucía hacia la calle Cardenal Cervantes, por la que después sonaría "Coronación de la Macarena". Y poco después, muy lentamente, el paso giró a la calle Santiago mientras la Banda del Sol tocaba "La Madrugá".
Antes de cruzar de Santiago a Ponce de León, hubo tiempo para una marcha más, que fue "Virgen de la Palma". Una vez estuvo el último músico de la Banda del Sol ya en Ponce de León para que se pudiera abrir de nuevo el tráfico, el paso se detuvo y, en el momento de levantarse de nuevo, siempre a pulso, el capataz animó a los costaleros diciendo "Venga, que estamos aquí en Santa Catalina". Pero una vez más, ya la última, Santa Lucía pasó de largo del que es su templo, sonando por esta zona la marcha "Encarnación Coronada".























Dejando atrás Santa Catalina, el paso continuó hacia la Plaza de los Terceros y la calle Sol con la marcha "Madrugá Macarena", tras la que el paso se paró y el capataz dedicó la siguiente levantá a la Banda del Sol. "Esto sin ellos no sería lo mismo", dijo junto a un miembro de la formación musical.
Seguidamente, Santa Lucía continuó con "La Estrella Sublime" pasando por delante de la Iglesia de los Terceros, también cerrada por obras.
Una nueva dedicatoria de levantá se produjo a continuación, por un compañero de la cuadrilla de costaleros al que acaban de operar. Su madre registraba el momento con el móvil. La siguiente marcha interpretada por los músicos del Sol fue "Auxilium Christianorum".



















Con la marcha "María Santísima del Subterráneo" salió el paso a la Plaza de San Román, llegando con ella hasta el centro de ésta, ante la fachada del templo. Y en este punto, para que el paso fuera girando y acercándose hasta la puerta ojival, la Banda del Sol tocó la marcha "Reina de San Román", no sin antes dedicar el capataz la última levantá en la calle a toda la cuadrilla, "por el trabajo bien hecho y por la hermandad".
Ya no hizo falta la rampa de madera que siempre se ponía gracias a las obras llevadas a cabo por el Ayuntamiento delante de la puerta de San Román, remodelación práctica y estética que ha estrenado Santa Lucía y que el próximo 1 de noviembre también pisará, y será en principio la última en hacerlo en su salida procesional, la Virgen del Rosario. Una pena que no se hiciera antes.
Terminada la partitura de Ginés Sánchez Torres, la banda tocó el "Himno de Santa Lucía" con el paso ya dentro de San Román, interrumpiendo los músicos la interpretación poco después de comenzar.




















Eran las dos y media de la tarde cuando el paso de Santa Lucía quedó definitivamente parado en la nave del Evangelio de San Román, mirando hacia el altar de la Hermandad de la Exaltación. El párroco, Francisco José Blanc, esperó a que salieran todos los costaleros para dirigir las oraciones finales, pedirle a Santa Lucía que recompensara el esfuerzo realizado durante la procesión por las altas temperaturas y agradecer a todos su participación.




Concluyó así la última salida procesional de Santa Lucía desde la Iglesia de San Román. El próximo culto de la hermandad, el besamanos a la santa del próximo 13 de diciembre, tendrá lugar ya en Santa Catalina.

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