martes, 23 de octubre de 2018

LA VIRGEN DEL ROSARIO DE LA MACARENA PROCESIONÓ SOBRE SU PASO RESTAURADO


La Hermandad de la Macarena celebró este domingo la procesión anual con su titular letífica, Nuestra Señora del Santo Rosario, que salió a las calles sobre su magnífico paso de madera dorada que ha sido restaurado por David de Paz Encinas y que además ha estrenado un repostero de Manuel Jesús Corral para la superficie de la mesa del paso, sólo visible desde los balcones.
A las seis de la tarde comenzaba a salir el cortejo desde la Basílica de la Macarena; un cortejo encabezado por la Banda de la Centuria Romana Macarena, que estrenaba un nuevo uniforme de color azul marino en lugar del habitual gris. Tras ella, la cruz de guía daba paso a una buena cantidad de hermanos con cirios, separados en diferentes tramos por las insignias basilicales (tintinábulo y conopeo), el simpecado del Rosario, la bandera inmaculista y el guión dominico.
Antes de la presidencia y el cuerpo de acólitos iban también las representaciones de las hermandades del Rocío de la Macarena, el Carmen de San Gil y la Sacramental de la parroquia, seguidas del propio estandarte de la Hermandad de la Macarena.









El itinerario de la Virgen del Rosario de la Macarena ha sido este año algo más largo que el de años anteriores, al recorrer al salir la calle Bécquer y Feria hasta la confluencia con Antonio Susillo, siguiendo después por Señor de la Sentencia, Relator y Parras, donde antes de girar a la calle Sagunto sonó "Aniversario Macareno", a cargo de la Banda de Música del Carmen de Salteras.
Muchísima gente seguía a la Virgen del Rosario, resultando complicado acompañar a la cofradía en determinados puntos más estrechos del recorrido, como es precisamente la calle Sagunto, a la que el paso, guiado por el capataz José María Rojas-Marcos, llegó con la marcha "Rocío", como es habitual cada año al pasar por esta zona, dada la presencia de la casa hermandad del Rocío a muy pocos metros.
En esta calle el paso se detuvo durante bastantes minutos para un relevo de costaleros. Después, el capataz tocó el llamador indicando que la siguiente levantá iba "por los hermanos enfermos que no pueden estar hoy con la Virgen del Rosario en las calles".
Cuando se levantó, el paso siguió avanzando hasta la Plaza de San Gil ahora con la marcha "Macarena", de Emilio Cebrián. Y a continuación, a tambor, se acercó hasta la puerta de la parroquia, donde se habían situado los estandartes y miembros de las juntas de gobierno de las hermandades que residen en ella, además del hermano mayor de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero. Juntos cantaron la Salve a la Virgen del Rosario, que este año vestía su manto de terciopelo rojo bordado en oro.

























Tras la Salve, llamó otro de los actuales capataces de la hermandad, Ernesto Sanguino, quien dijo: "Estamos en la puerta de San Gil, donde tanto tiempo residió la hermandad; por las tres cofradías que aquí están, la Sacramental, el Carmen y el Rocío".
El paso se levantó al cielo y reanudó su camino hacia la calle San Luis, ahora con la interpretación de "Coronación de la Macarena". En la misma esquina de San Gil con San Luis se detuvo el paso, para seguir después con "Madrugá Macarena" buscando el Arco, ya muy cerca de regresar a la Basílica.









La cofradía fue a un ritmo bastante ágil durante todo el recorrido, llegando a realizar la entrada en su templo antes de las diez de la noche, hora prevista para poner el punto final a esta salida procesional con la que en la Macarena finalizan los cultos de octubre en honor a la Virgen del Rosario.

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