lunes, 19 de noviembre de 2018

ESTRENOS DE LAS HERMANDADES DE GLORIA 2018. SEVILLA Y ROCÍO


Este domingo se clausuraba en la sede del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla una doble exposición: por un lado, la ya habitual en estas fechas de "Restauraciones y estrenos de las Hermandades de Gloria", con las novedades que las corporaciones letíficas han presentado en este año 2018; y por otro, la titulada "Sevilla y Rocío. Centenario de una Coronación", protagonizada por las hermandades del Rocío de la capital hispalense al cumplirse los cien años desde que la Virgen del Rocío de Almonte fuera coronada canónicamente.
Comenzamos el repaso a los enseres expuestos en la primera sala, que es la que acogía las novedades de las hermandades de gloria. Así, hablamos en primer lugar de la Hermandad del Carmen de San Leandro, a la que pertenece la vara del hermano mayor, restaurada en el taller de orfebrería de Antonio Santos e Hijo; unos pendientes de plata de ley con cristal de Swarovski, obra de Joaquín Soto; un cetro donado por un grupo de hermanos y realizado en metal con baño de plata por José Antonio Conrado León y Juan Carlos Vicente Segura; y el libro de reglas, del que han sido restaurados sus apliques de orfebrería.





Al cumplirse los cincuenta años de la muerte de Juan Ramón Jiménez, la Hermandad de Nuestra Señora de Montemayor ha llevado a esta exposición los documentos del nombramiento del poeta como hermano de honor de esta corporación filial de la Patrona de Moguer, así como el de su mujer, Zenobia Camprubí, como primera camarera de honor. Los documentos están fechados el 12 de octubre de 1956.


Seguimos con un conjunto de cáliz, copón y vinajera de la Hermandad de Nuestra Señora de Valvanera, enseres realizados en metal repujado, dorado y plateado por Orfebrería Andaluza.


A su lado contemplábamos una saya de la Virgen del Rosario del Barrio León y un traje del Niño Jesús, confeccionados en otomán de oro con bordados del mismo metal, obra de Fernando de la Poza, que los ha donado a la hermandad.


La Hermandad de los Sastres ha llevado a esta muestra un buen número de enseres que ha estrenado este año, como un costurero de los joyeros Ana y Carlos Cerrejón, realizado en plata de ley con detalles en oro, esmaltes, perlas y lapislázuli; un relicario de San Fernando de metal dorado y lapislázuli, obra de Juan González; un canasto de metal plateado del mismo autor; unos puños de encaje de bolillos, de José Miguel Núñez Andreu; y unos basamentos de metal plateado también de Juan González.







Y también pertenece a la Hermandad de los Sastres una saya de tisú de plata de 1883, que ha sido restaurada y pasada a nuevo tejido por Manuel Ojeda Rodríguez.


Pasamos a la Hermandad del Rocío de la Macarena, que ha restaurado un juego de varas de capitel de Orfebrería Triana, de 1989, y ha estrenado una imagen visitadora de la Virgen del Rocío, realizada a partir de la que figuraba antiguamente en el simpecado de la hermandad. La cara y las manos de marfil son obra de Juan Manuel Arenas, mientras que los atributos de orfebrería de plata dorada son de Manuel de los Ríos (2017).





La Hermandad Filial de la Virgen de la Cabeza ha llevado a esta exposición dos enseres que han sido restaurados este año por Orfebrería Villarreal, como son un cirial y un incensario.



Pasamos a la Hermandad de la Divina Pastora y Santa Marina, que ha participado en esta muestra con un sombrero de encaje de oro fino con flores de colores imitando al talco; una capa pluvial de damasco de seda de Granada en color granate con galones de oro, realizada en el siglo XIX; unas varas de acompañamiento del estandarte de madera barnizada con galletas del metal igualmente del XIX; una casulla de brocado celeste con galones del plata del siglo XVIII; un ostensorio de plata del siglo XIX; y el traje de la hermana que en el cortejo de la cofradía representa a Santa Marina, de damasco burdeos con encajes, capa de terciopelo verde y capa.







Pasamos a dos ángeles de madera de cedro tallada y policromada, realizados en 2011 por Guadalupe de Guzmán Molina para la Hermandad de los Desamparados de Alcosa. A uno de los dos se le ha eliminado la suciedad que presentaba, mientras que el otro ha sido repolicromado. Además, el dorado ha sido restaurado por Enrique Castellano. Las labores de restauración sobre estas tallas que figuran en las esquinas del paso de la Virgen de los Desamparados impidieron su utilización en la salida procesional de este año (ver).





Veíamos a continuación unas jarras repujadas del paso de Nuestra Señora de las Nieves, realizadas a mediados del siglo pasado por Manuel Domínguez y que han sido restauradas este año.


Por su parte, la Hermandad de Nuestra Señora del Juncal presentaba la restauración, plateado y dorado de un ostensorio por el taller de Espino Joyería; una nueva saya para Nuestra Señora de la Esperanza Reina de los Mártires, bordada en oro y sedas sobre tisú de plata por Omar Nelson Navarro, según diseño de David Viejo Huertas; unos nuevos faldones de tela adamascada y brocado en color marfil, confeccionados por un grupo de hermanas; un traje de librea de Eva Jiménez Bejines; y el cartel del L aniversario fundacional de la hermandad, pintado por Nuria Barrera.






La exposición de restauraciones y estrenos se completaba con una vitrina en el centro de la sala en la que podíamos contemplar enseres de diferentes hermandades. Así, de la Divina Pastora y Santa Marina se mostraban el cirio votivo, pintado al óleo por Julián Rosales de los Reyes; la orla de cultos, pintada por Francisco Claros López en 2016, pero estrenada este año; y una mantilla de encaje.




De la Hermandad de los Desamparados de Alcosa veíamos un pecherín del siglo XVIII donado por un grupo de hermanos.


A su lado, había un cetro de plata de ley sobredorada del siglo XVIII de la Hermandad Filial de Nuestra Señora del Mar, Patrona de Almería.


También ha habido estreno musical en las Glorias 2018, con la marcha "Reina de los Sastres", de Rubén Jordán, dedicada a la Virgen de los Reyes de San Ildefonso.


Finalmente, veíamos un encaje de procedencia inglesa de la Hermandad del Carmen de San Leandro, adquirido este año en un anticuario.


Pasamos a la exposición "Sevilla y Rocío. Centenario de una coronación", de la que en primer lugar encontrábamos en el patio del Mercantil el paso de la Virgen del Rocío de la Hermandad de Sevilla-El Salvador, obra en plata inspirada en el de la Virgen de Almonte y que sale cada 22 de diciembre por las calles aledañas a la Iglesia del Salvador.







En una esquina del patio se situaron unos banderines. De izquierda a derecha, correspondían a las hermandades del Rocío del Cerro, el Beso de Judas (Mediatrix), el Rocío de Sevilla, el Rocío de Sevilla Sur y el Rocío Castrense.






Por último, también observábamos el boceto en tres dimensiones de la corona realizada por los Hermanos Delgado López para la Virgen del Rocío por el centenario de su Coronación Canónica.


Ya en la segunda sala del Mercantil se exponían diferentes enseres de las hermandades del Rocío de la ciudad de Sevilla, así como de la Hermandad del Beso de Judas, cuya dolorosa tiene esa misma advocación. Precisamente, encontramos en primer lugar las obras pertenecientes a esta cofradía de penitencia, que llevó a esta muestra el respiradero frontal de su paso de palio, obra en metal plateado de Jesús Domínguez (1961); el faldón delantero, bordado por Manuel Solano en 2010; el pergamino del nombramiento de la hermandad como hermana de honor de la Matriz de Almonte (2013); y el boceto del manto bordado de la Virgen del Rocío, obra del Taller de Santa Bárbara de 2015, con una pintura central de Pentecostés realizada por Mario Maya. Además, de la Hermandad del Beso de Judas es el Mediatrix que veíamos en el patio, bordado por Francisco Carrera en 2013.










De la Hermandad Castrense veíamos también algunos banderines y otros enseres, así como tres pinturas, siendo una de ellas el boceto de su simpecado y otra el cartel anunciador de la misa de apertura de la JMJ celebrada en Madrid en 2011.




Pasamos a la Hermandad del Rocío de la Macarena, que exponía la pequeña imagen de la Esperanza Macarena que va en la carreta de su simpecado, tallada en marfil policromado por Luis Álvarez Duarte en 1994, con los ropajes de plata de Orfebrería Triana y la peana de Manuel de los Ríos de 2018. También veíamos el frontal de la carreta (1992), varios escudos (1992-1993) y los frontiles de los bueyes (2001), todo ello de plata y realizados por Orfebrería Triana, según diseño de Antonio Garduño. Finalmente, enmarcado estaba el escudo del estandarte antiguo, del taller de Carrasquilla (1989).









De la Hermandad del Rocío de Sevilla Sur eran el Giraldillo que remata la carreta, obra de alpaca plateada labrada por los Hermanos Delgado en 2003; un frontil del mismo material y autoría, pero del año 2000 y con un paño bordado que cubre la almohadilla de Luis Miguel Garduño (2004); el libro de reglas, con orfebrería de José Manuel Ramos (2001), vitelas y páginas iluminadas de José Manuel Bonilla Cornejo y encuadernación de Alés; y las campanas del techo de la carreta, realizadas este mismo año por los Hermanos Delgado y donadas por las hermandades de Santa Genoveva, la Hiniesta, el Rocío de Montequinto, la Paz, San Bernardo, las Cigarreras, San Benito y la Estrella.





A su lado contemplábamos los enseres de la Hermandad del Rocío del Cerro, que exponía lo siguiente: el simpecado fundacional, de Josefa Chacón Marín y Manuel Fernández Domínguez, con orfebrería de José Martínez Castillo (1979); la imagen de Nuestra Señora de los Dolores del Cerro que va en la carreta, de los Hermanos Delgado (2012); la corona que remata la carreta, de Villarreal (2011); una cartela con el escudo del Cabildo Catedral, de Villarreal (1986); una jarra del mismo taller (1990); unas águilas que formaban parte de la antigua carreta, también de Villarreal (1988); las varas de presidencia, igualmente de dicho taller (1995) y el banderín de la juventud, de Rocío Arenas Gutiérrez (2016) con orfebrería de Villarreal (1996).









La Hermandad del Rocío de Sevilla mostraba algunos elementos de su carreta, obra de Villarreal de 1975, así como la miniatura de la Esperanza Macarena que va en ella, de Fernando Marmolejo. También veíamos cuatro paños con la palabra Sevilla bordada en oro sobre terciopelo verde.




En la muestra había también hueco para diversos enseres pertenecientes a la Hermandad Matriz de Almonte, que se encontraban junto a una enorme fotografía de Óscar Torres y Juan Manuel Jurado del paso de la Virgen del Rocío tal y como salió a las calles de la Aldea en la procesión extraordinaria del pasado mes de septiembre.


Los enseres de la Hermandad Matriz expuestos eran un traje del Niño Jesús de tisú de plata bordado en oro por autor desconocido en el siglo XIX y que formaba parte de la ropa que vestía la Virgen del Rocío el día de su Coronación Canónica; un rostrillo de 1919 de plata labrada y dorada con corales y perlas, conocido como el rostrillo de Muñoz y Pabón, principal impulsor de la Coronación; la corona del siglo XVII de plata labrada y dorada que utilizaba la Virgen del Rocío hasta su Coronación Canónica; el cetro de Pentecostés, de plata labrada y dorada del siglo XVIII; un sombrero de fibra vegetal, tela y flores de tela y disecadas, confeccionado por José Manuel Vega en 2012; una copia del decreto de Coronación Canónica, firmado en el Vaticano el 8 de septiembre de 1918 por el Cardenal Rafael Merry del Val, secretario de la Sagrada Congregación del Santo Oficio; una esclavina de terciopelo rojo, raso, hilo de oro, espejuelos y lentejuelas, confeccionada por la Escuela Taller La Merced, de Jerez de la Frontera, en 2004 y que forma parte del conjunto denominado de Pastora o de Viaje; un pañito de seda bordado en hilos del mismo tejido y con aplicación de perlas, obra de Bordados Salteras (2012) donada por un grupo juvenil de Gines; y el pergamino de San Juan Pablo II, con dibujos al óleo de Juan Manuel Núñez, copia del que el recordado Papa firmó en su visita a la Aldea del Rocío en 1993.










Volvemos a las hermandades sevillanas del Rocío con la de Sevilla Sur, que participó en la exposición con el terno y manto de salida de la imagen de la Virgen del Rocío a la que da culto la hermandad, y que fue confeccionado por Fernando García Poo con bordados en oro procedentes del antiguo simpecado; y el antiguo terno de la Virgen del simpecado, bordado sobre tisú de oro por el taller de Esperanza Elena Caro.






La última de las hermandades del Rocío en exponer enseres en esta muestra era la del Rocío de Triana, que en el centro de la sala tenía la antigua carreta de su simpecado, obra de 1868 atribuida al taller de Isaura. Además, veíamos otros elementos, como algunos frontiles, la vestimenta antigua de la Virgen del simpecado y una inscripción antigua de la misma insignia.












Finalmente, en una vitrina situada junto a la antigua carreta de Triana se dispusieron algunos enseres más, como unos frontiles, una cubrecañonera y una jarra de la Hermandad del Rocío del Cerro, y una ensaladera y unos candeleros del Rocío de la Macarena, estos últimos donados por la Hermandad del Gran Poder.







La esperada exposición de restauraciones y estrenos de las hermandades de Glorias se ha unido así este año a la conmemoración del centenario de la Coronación Canónica de la Virgen del Rocío; una devoción que aunque no es sevillana caló hondo entre los sevillanos desde hace un buen número de generaciones y que, con sus diferentes hermandades rocieras, tiene asegurada su continuidad en las que están por venir.

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