domingo, 28 de junio de 2020

UNA PLACA RECUERDA LA ESTANCIA DE LA HERMANDAD DEL AMOR EN LOS TERCEROS


La Hermandad del Amor descubrió el pasado viernes en la Iglesia de los Terceros una placa para perpetuar el recuerdo de su estancia en dicho templo, donde además se produjeron dos hitos importantísimos en la corporación: la fusión entre las cofradías del Amor y la Entrada en Jerusalén, y el recibimiento y bendición de las actuales imágenes del Cristo del Amor y la Virgen del Socorro, obras de Juan de Mesa.
Se unen así en esta placa, de mármol y con letras doradas, ambos cuartos centenarios celebrados por la Hermandad del Amor en los últimos años, ya que la fusión entre el Amor y la Borriquita tuvo lugar en 1618, mientras que la bendición del crucificado y la dolorosa se produjo en 1620. El hecho de que una misma placa recuerde las dos efemérides tan cercanas en el tiempo se debe a que hace dos años la Iglesia de los Terceros se encontraba cerrada por sus recientes obras de restauración.
Bajo el escudo de la hermandad, situado entre dos símbolos de su título como cofradía pontificia, se puede leer en la placa lo siguiente:

"Archicofradía del Santísimo Cristo del Amor. 
A Dios por el Amor. 
El 23 de marzo de 1618, en esta Iglesia Conventual de Nuestra Señora de Consolación de la Orden Tercera de San Francisco, se fusionaron la Hermandad de la Sagrada Entrada en Jerusalén y la del Amor de Cristo.
El 4 de junio de 1620 pudieron rezar por primera vez los Hermanos de la nueva corporación ante el Stmo. Cristo del Amor y Ntra. Sra. del Socorro tras otorgar carta de pago el imaginero Juan de Mesa y Velasco.
La Junta de Gobierno acordó colocar esta placa para conmemorar ambas efemérides.
En Sevilla, a 26 de junio de 2020".

La placa ha sido colocada en el lado izquierdo del crucero, junto al retablo donde recibe culto la imagen de Nuestra Señora del Subterráneo, de la Hermandad de la Cena, que tiene cedida en la actualidad la iglesia de la calle Sol. El lugar escogido no es casual, dado que en ese retablo es donde en tiempos estuvieron ubicadas las tallas del Cristo del Amor y la Virgen del Socorro.
De hecho, la parte central del retablo muestra la forma adecuada a la imagen de un crucificado, mientras que los laterales estarían ocupados por la Virgen del Socorro y San Juan Evangelista. Pero un detalle más del retablo delata que fue propiedad de la Hermandad del Amor; en el ático vemos un relieve con la escena de la Entrada de Jesús en Jerusalén.
Por otro lado, se puede leer a modo de gotera de retablo "Obediens usque ad mortem", un verso de la oración "Christus factus est" que significa "obediente hasta la muerte", lo que casa a la perfección con un retablo presidido por la imagen de un crucificado muerto como es el Cristo del Amor.
Hay que recordar por otra parte que la llegada del Cristo del Amor de Juan de Mesa al templo de los Terceros es el escenario de una leyenda que se ha mantenido hasta nuestros días, según la cual cuando se estaba subiendo la imagen a su altar se resbaló y una espina de la corona arañó el pecho de uno de los encargados de colocarla. Al parecer, el hombre llevaba una vida disoluta y poco edificante, pero el incidente con el crucificado lo interpretó como una "herida de Amor" que le hizo cambiar su actitud, e incluso hay versiones que indican que acabó siendo monje del propio Convento de los Terceros.







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