Como es costumbre en la Hermandad del Calvario, el besamanos se celebró bajo el coro del templo, delante de la puerta que da a la calle Cristo del Calvario, que se encontraba tapada por un cortinaje rojo rematado en su parte superior por una de las caídas laterales del paso de palio.
La Virgen que tallara Juan de Astorga estaba elevada sobre su peana procesional y vestía el manto de salida de Juan Manuel Rodríguez Ojeda con la saya burdeos denominada de los cardos, del siglo XIX.
Lucía igualmente la corona de salida y un tocado muy sencillo del que únicamente pendía un puñal, y sostenía un pañuelo en la mano izquierda mientras daba a besar la derecha a los fieles.
La iluminación del montaje del besamanos contaba con varios candeleros del palio y enormes blandones dorados. Y en lo que se refiere al exorno floral, estaba compuesto de claveles blancos distribuidos en jarras, mientras que en la parte delantera había un gran centro de rosas blancas y nardos.
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