Carlos Peñuela Jordán ha sido el encargado de restaurar esta obra, así como dos ángeles del siglo XVII que han sido ubicados sobre ella, que presentaban bastante acumulación de suciedad y pérdida de policromía. Uno de ellos sujeta una corona de espinas y el otro los tres clavos.
La nueva disposición del altar se completa con la colocación de una sencilla cruz de madera de la que penden los sudarios del paso del Triunfo de la Cruz, conocido como el de la Canina. Uno de ellos es blanco, mientras que el otro es negro y tiene la inscripción que resume el sentido de este paso alegórico, "Mors mortem superavit", o lo que es lo mismo, "La muerte venció a la muerte".
Los trabajos han incluido también una nueva iluminación para todo el conjunto del que destaca la extraordinaria imagen de Juan de Mesa.
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