El Santísimo Cristo del Buen Fin regresó anoche a la iglesia conventual de San Antonio de Padua después de la restauración llevada a cabo en las instalaciones del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) durante los últimos dos meses. En concreto, fue el pasado 12 de abril cuando la imagen salió rumbo a la Cartuja.
El crucificado ha estado expuesto tumbado en el presbiterio bajo del templo, de forma que los hermanos y devotos pudieran contemplar con detalle el resultado de esta intervención, practicada a partir del proyecto acordado entre la hermandad y el IAPH en marzo del año pasado después de una evaluación del estado de la talla realizada en diciembre de 2016.
El Cristo del Buen Fin, obra del imaginero Sebastián Rodríguez de 1645, ha sido sometido a una limpieza superficial, la fijación de la policromía en zonas de falta de adhesión, revisión de los ensambles, estucado y reintegración de las pérdidas de policromía en las zonas aisladas donde ésta se había desprendido por completo.
En esta intervención del IAPH, que ha contado con diferentes reuniones de seguimiento entre los técnicos y la hermandad, han participado un conservador-restaurador de bienes culturales muebles especialista en conservación de escultura, un historiador del arte, un técnico en conservación preventiva y un fotógrafo que ha documentado gráficamente todo el proceso. Cinta Rubio encabezaba el equipo.
Después de haber estado expuesta la imagen en la tarde de este martes para su contemplación, mañana se celebrará una misa de acción de gracias por su reposición al culto a las ocho y media de la tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario