martes, 5 de junio de 2018

CORPUS 2018: REGRESO DE LA HINIESTA A SAN JULIÁN TRAS UN MES DE AUSENCIA


Cerramos la serie de crónicas y reportajes del Corpus Christi 2018 con el traslado de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa desde su altar de la Plaza de San Francisco hasta la Parroquia de San Julián. No fue una procesión de regreso como las de otros años, dado que con esta vuelta a su casa, la Hiniesta ponía fin a más de un mes de ausencia. Fue el pasado 26 de abril cuando salió de San Julián para presidir en la Catedral el Pregón de las Glorias (ver); después, estuvo residiendo en la Parroquia del Sagrario (ver) mientras su templo era presidido por el Cristo de la Buena Muerte (ver), y su traslado al altar para el Corpus se realizó desde la propia Catedral (ver).
A las ocho de la tarde comenzó el traslado de vuelta de la Hiniesta, cuyo cortejo abría paso por primera vez la Banda de Cornetas y Tambores Jesús Nazareno de Sevilla. Detrás, la cruz de guía, el guión de la Coronación Canónica, la representación de la Hermandad del Rosario de San Julián y el propio estandarte de la Hiniesta.






Hasta tres veces interpretó la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora del Carmen, de Salteras, la marcha "Hiniesta Coronada" mientras los costaleros, guiados por los Ariza, maniobraban para que el paso bajara la rampa desde lo alto del altar hasta el pavimento.
Con el mismo exorno floral del día anterior, la Hiniesta Gloriosa dejaba vacío el altar desde el que por la mañana había visto completo el discurrir de la procesión eucarística de la Catedral y emprendía el regreso a San Julián. La banda enlazó la marcha "Corpus Christi" con "Coronación de la Macarena" cuando el paso atravesaba la portada más cercana a la calle Sierpes y se encaminaba a Francisco Bruna, donde se detuvo antes de seguir por Entrecárceles hacia la Plaza del Salvador.




























La marcha "Hiniesta, pasión y gloria" fue la elegida para el discurrir de la Hiniesta Gloriosa por la Plaza del Salvador hacia la calle Villegas. Después, el paso se detuvo prácticamente en el arranque de la Cuesta del Rosario, en la confluencia con la calle Francos.
En este punto, justo delante del paso, se pudo escuchar a un hombre dirigirse con una cierta actitud intimidatoria a un joven con acento de más arriba de Despeñaperros, al que le decía cosas como: "Yo soy un fotógrafo profesional, para que te vayas enterando, y además soy de Sevilla y tú no". Al parecer, al que se presentó como sevillano y "fotógrafo profesional" (aunque en ese momento no llevaba ninguna cámara en la mano) le pareció mal que el "forastero", como se decía en las películas del oeste, hubiera estado algún tiempo delante del paso haciendo fotos durante la parada, impidiéndole a él hacer una con su móvil. El resultado fue una escena bastante lamentable y fuera de lugar. Ahora que se habla tanto de turismo 'low cost', se cuestiona la imagen de Sevilla que se ofrece con el turismo de despedidas de soltero y hasta se critica desde ciertos sectores la vestimenta de los turistas, haríamos bien en reflexionar si a veces las actitudes de algunos sevillanos con el que viene de fuera no perjudican también la imagen de la propia ciudad.
Pasado el surrealista momento, con el "fotógrafo profesional" retirándose a la acera, la Hiniesta Gloriosa emprendió la subida de la Cuesta del Rosario con la marcha "La Estrella Sublime", a la que siguió después por la Plaza de la Pescadería la composición "Rosario Macareno". Más adelante, por la Plaza de la Alfalfa sonó "A Ti, Manué", tras la que el paso se introdujo en la calle San Juan.




























Desde la calle San Juan, el paso de la Hiniesta Gloriosa salió a Boteros y a Sales y Ferré con la marcha "Rocío", y después fue el turno de "Azul y plata" en su camino hacia la Plaza del Cristo de Burgos, donde se produjo un relevo de costaleros a la altura de la calle Ortiz de Zúñiga.
Posteriormente, el paso discurrió por la Plaza de San Pedro y los primeros metros de Doña María Coronel con "Hiniesta", de Peralto.
Poco después, los Ariza dedicaron una levantá a un hermano de la cofradía con el deseo de "que la Virgen de la Hiniesta lo ponga bien de salud". Aún hubo tiempo por la calle Doña María Coronel, donde poco a poco anochecía, para escuchar tres marchas más: "Triana de Esperanza", "Macarena" de Abel Moreno y "Virgen de las Aguas", ésta ya en el giro a Bustos Tavera.
























Por la calle Bustos Tavera la Banda del Carmen interpretó "Pastora de Capuchinos", seguida después, ya en la Plaza de San Marcos, por "Pasa la Virgen Macarena" en el giro a la calle Vergara. A continuación, volvió a sonar "Hiniesta", en esta ocasión para acompañar la revirá del paso a la calle del mismo nombre. La Virgen iniciaba así el recorrido por los callejones inmediatos a la Parroquia de San Julián.
Tras la composición de Peralto, el paso se detuvo junto a la puerta de la residencia que regentan las hermanas filipenses de Santa Isabel, que rezaron a la Hiniesta Gloriosa antes de que se marchara con "Como tú, ninguna". Y después, la banda tocó "Al cielo con Ella".
Este año se ha producido una modificación del itinerario de la Hiniesta Gloriosa por los callejones, ya que ha recorrido entera la calle Hiniesta en lugar de desviarse antes por Lira como ocurre todos los años. Antes de afrontar ese tramo por el que no suele pasar, hubo otra dedicatoria de levantá a otro hermano con problemas de salud que se encontraba delante del paso. En el momento de la levantá, cayó un gladiolo de una de las esquinas y este cofrade lo cogió. Otro hermano comentaba: "La Virgen ha querido que el gladiolo fuera para él".
El paso continuó con la marcha "Hiniesta de Sevilla", mientras que poco después realizó el último giro de la calle que lleva el nombre de la Virgen con la marcha "Madre Hiniesta". Se trata del rincón más estrecho de estos callejones, por lo que la maniobra se realizó muy lentamente y con muchísimo cuidado.
Poco después, la Hiniesta Gloriosa pasó al tramo final de la calle Lira con "Coronación de la Macarena" y más adelante a Duque Cornejo con "La Estrella Sublime".


















Ya en Duque Cornejo, la Banda del Carmen tocó "Pasan los campanilleros", aunque según comentaban algunos hermanos se había adelantado, ya que se quería hacer coincidir la marcha con una intensa petalada que se iba a lanzar en la esquina de esta calle con San Julián. La marcha, en cualquier caso, aguantó hasta ese momento y los pétalos, primero blancos y después rojos, cayeron sobre la Hiniesta Gloriosa con los compases finales de la marcha.
Poco después, volvió a sonar "Hiniesta Coronada", con la que el paso llegó hasta situarse delante de la puerta de la parroquia. Allí mismo se dedicó la levantá a las religiosas del Convento de San Cayetano, situado justo enfrente del templo.
Seguidamente, el paso se levantó y comenzó a girar delante de la puerta a los sones de "Hiniesta, pasión y gloria". Después el paso cruzó la ojiva y la banda tocó el Himno de España a las doce menos veinte minutos de la noche.











Una vez dentro, el paso se paró y la siguiente levantá antes de ser colocado en la nave de la Epístola, junto a la imagen de la Magdalena, se dedicó a todos los hermanos de la Hiniesta. El trayecto a lo largo de la nave central contó con el acompañamiento de la banda, que llegó a entrar parcialmente para interpretar "Salve, Hiniesta", composición que algunos hermanos cantaron.
Ya con el paso definitivamente arriado, tomó la palabra el hermano mayor, José Antonio Romero, quien señaló que la hermandad acababa de vivir un mes largo de ausencia de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa de la que es su casa, pero que ha dado muchos frutos. Asimismo, destacó como imágenes para la historia la estancia de la Hiniesta en la Catedral y en la Parroquia del Sagrario. Por otra parte, dio las gracias a la Hermandad del Rosario y a los propios hermanos de la Hiniesta por participar en los traslados tanto de la víspera como del propio jueves de Corpus.
El cierre de la procesión fue el canto de la Salve por parte de todos los presentes, canto que fue rubricado por un "¡Viva la Virgen de la Hiniesta!", contestado con un sonoro "¡Viva!".

No hay comentarios:

Publicar un comentario