La Virgen del Pilar emprendió el regreso a la Parroquia de San Pedro desde la Catedral cuando finalizó la eucaristía con la que se cerró el II Encuentro Nacional de Filiales y Hermandades vinculadas a la Asociación de Caballeros de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza. El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, salió por la Puerta de los Palos poco antes de la salida de la cofradía tras despedirse de ella.
El cortejo se puso en camino a la una menos cuarto del mediodía con el mismo cortejo que el traslado de ida (ver), incluyendo la participación de corporaciones 'pilaristas' que pasaron el fin de semana en Sevilla con motivo del mencionado encuentro nacional.
Para la procesión extraordinaria de regreso a San Pedro, la Virgen del Pilar fue acompañada por la Banda de Música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, que esperaba en la plaza de la Virgen de los Reyes la salida del paso. Precisamente, antes de salir la Virgen del Pilar se acercó a la Capilla Real para situarse frente a la Patrona de Sevilla y su Archidiócesis.
Después se dirigió a la Puerta de los Palos y salió mientras repicaban las campanas de la Giralda. La banda tocó el Himno de España, seguido de la marcha "Santa María del Pilar". Con ella, la Virgen giró a su derecha para encaminarse a la plaza del Triunfo. Y es que para el regreso a su templo la cofradía no siguió el camino más directo, como en el traslado de ida, sino que dio antes un rodeo por el barrio de Santa Cruz y la Judería.
La Virgen del Pilar se detuvo durante unos instantes para luego continuar y discurrir ante la Casa de la Provincia mientras sonaba la marcha "Pasa la Virgen Macarena".
El itinerario desde la plaza del Triunfo siguió por la calle Joaquín Romero Murube, junto a la muralla del Alcázar, a la que giró a los sones de "Virgen de las Aguas". Durante la interpretación de esta marcha, cayó una lluvia de pétalos blancos sobre el paso, en cuya bandera de España llevaba la medalla que la Asociación de Fieles de la Virgen de los Reyes le había regalado en su visita a la Patrona antes de salir.
Seguidamente, después de una parada, el paso siguió adelante primero a tambor y después con la marcha "Pilar de Sevilla", composición que fue interrumpida cuando se volvió a detener para un relevo de costaleros ya en la plaza de la Alianza, junto al retablo cerámico del Cristo de las Misericordias de Santa Cruz.
En la plaza de la Alianza se despidió de la sevillana Virgen del Pilar la representación de la Asociación de Caballeros del Pilar de Zaragoza. Por este motivo, se les dedicó una levantá en la que el hermano mayor de la cofradía sevillana, Luis Manuel García Torres, hizo sonar el llamador. Pero el capataz, Antonio Santiago, aprovechó también para recordar que su alternativa como capataz se la dio casi en ese mismo lugar Salvador Dorado 'El Penitente', de lo que quiso hacer partícipes a los costaleros.
Muy curiosa fue la siguiente composición que sonó tras el paso, que fue "Churumbelerías", de Emilio Cebrián. Con este pasodoble, la Virgen del Pilar terminó de recorrer la plaza de la Alianza, para luego tomar la calle Rodrigo Caro mientras la Banda de Las Cigarreras tocaba "Siempre Macarena". Y tras una parada, el paso terminó de recorrer dicha calle con "Hiniesta", llegando con ella prácticamente a la confluencia con Mateos Gago.
Salió entonces la Virgen del Pilar a Mateos Gago con la marcha "La Esperanza de Triana", girando a su derecha y deteniéndose después para que se llevara a cabo un relevo de costaleros. Luego fue el turno de "Virgen de Montserrat" y "Spes Nostra", llegando con ésta a la puerta de la Parroquia de Santa Cruz, donde fue recibida por los hermanos de la cofradía decana del Martes Santo.
Cumplimentada la visita a la Parroquia de Santa Cruz, y tras una levantá por los cofrades de la hermandad del mismo nombre, la Virgen del Pilar siguió su camino a los sones de "La Estrella Sublime". Después hubo una nueva parada antes de continuar hacia Fabiola con "Esperanza Macarena".
Un nuevo relevo de costaleros dio paso a una breve chicotá a tambor que finalizó poco antes de atravesar la parte más estrecha de la calle. Y luego sonó "El Refugio de María", marcha dedicada a la dolorosa de la Hermandad de San Bernardo, que es precisamente la única que en Semana Santa pasa por esta complicada estrechez.
El recorrido siguió por la calle Federico Rubio hasta la plaza Ramón Ybarra Llosent, y por Muñoz y Pabón a Cabeza del Rey Don Pedro, y Boteros y Sales y Ferré a la plaza del Cristo de Burgos, donde se pudo escuchar la marcha "Semana Mayor", una composición no muy habitual en los repertorios de nuestras cofradías.
Pepe Moreno, ex hermano mayor de los Gitanos, estaba contemplando a la Virgen del Pilar por esta zona. Antonio Santiago no desaprovechó la ocasión de dedicarle una levantá del paso, recordando que fue amigo de su padre, Manolo Santiago. Luego, la Virgen siguió por la plaza con "Pasan los campanilleros", tras la que los costaleros se relevaron por última vez en esta salida extraordinaria.
Tras el relevo, el paso continuó hasta llegar a la plaza de San Pedro mientras la Banda de Las Cigarreras tocaba la marcha "La Virgen de los Desamparados". Luego sonó por dos veces "Coronación de la Macarena", llegando con ella hasta la puerta de la parroquia, deteniéndose la Virgen del Pilar mirando hacia el interior del templo.
A continuación, con la marcha "Pilar de Sevilla" realizó un giro de ciento ochenta grados para entrar dirigiendo la mirada hacia los cofrades y devotos que la habían acompañado hasta el final. Finalmente, realizó su entrada con el Himno de España cuando faltaban veinte minutos para las cinco de la tarde.
Una vez dentro, el paso fue conducido hasta los pies de la nave de la Epístola, donde se cerró esta salida extraordinaria de la Virgen del Pilar tras un encuentro nacional que permitió subrayar la importancia devocional de una advocación de gran importancia en España, entre devotos de muy diversos puntos geográficos.
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