martes, 19 de septiembre de 2017
BESAMANOS A LA VIRGEN DE LOS DOLORES EN EL BARRIO DE TORREBLANCA
La Hermandad de Torreblanca celebró el pasado domingo el besamanos a la imagen de María Santísima de los Dolores con motivo de su reciente festividad y una vez finalizado el triduo que tuvo lugar en su honor.
Para este besamanos, la dolorosa se encontraba en el presbiterio de la Parroquia de San Antonio de Padua, elevada sobre una pequeña peana plateada y vestida con un manto de terciopelo azul liso, saya de tisú bordada en oro, toca de sobremanto y la corona de salida. Llevaba además un fajín militar con un entorchado y borlones rojos, una cruz prendida de la cintura y un rosario en la mano izquierda, mientras que daba a besar la derecha. En el pecherín tenía un puñal, un corazón con siete puñales, símbolo de los Dolores de la Virgen, y la Medalla de Oro de la Ciudad concedida por el Ayuntamiento a la hermandad el año pasado.
Flanqueando a la Virgen de los Dolores veíamos dos de las jarras de su paso de palio colocadas sobre pies de base cuadrada decorados con damasco rojo, terciopelo del mismo color y galones dorados. Las jarras tenían claveles, lisiantum, astromelias y lilium, entre otras flores, mientras que en un gran centro a los pies de la imagen había rosas, lisiantum y gladiolos.
A cada lado del presbiterio se dispusieron dos ciriales de los que anteceden al paso de palio en la estación de penitencia del Sábado de Pasión, así como el estandarte corporativo en el extremo izquierdo y un incensario junto a los ciriales del lado derecho.
Detrás, el altar del templo, con un gran cortinaje de damasco rojo de fondo, estaba presidido por una cruz alzada con manguilla entre diversos candeleros con cera blanca situados sobre estructuras forradas en damasco azul que en su friso contaban con flores como las anteriormente descritas.
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