El 5 de septiembre de 1937 fue bendecida en la Iglesia de San Luis, donde entonces residía provisionalmente la hermandad, la imagen de María Santísima de la Hiniesta Dolorosa, la segunda talla realizada por Antonio Castillo Lastrucci para sustituir a la desaparecida en el incendio intencionado de la Parroquia de San Julián de 1932 (en el incendio de San Marcos en 1936 ardería también la primera dolorosa de Castillo).
Hoy, martes, la Hermandad de la Hiniesta ha querido celebrar el LXXX aniversario de aquella bendición con un besamanos extraordinario de la dolorosa, al cumplirse además en 2017 los cincuenta años transcurridos desde la muerte del imaginero que la talló y cuyos restos están en la propia iglesia de San Julián.
Por todo ello, durante el día de hoy, la Hiniesta Dolorosa ofrece sus manos a los devotos a los pies del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, en el lado derecho del crucero del templo. Ha sido vestida de una forma muy sencilla, de hebrea, llevando como es habitual manto de raso azul con vistas de color blanco, saya de terciopelo burdeos lisa, fajín hebraico y aureola de estrellas. En el pecherín, con un tocado muy suelto, lleva únicamente un puñal y un alfiler con su advocación, mientras que con la mano izquierda sujeta un rosario, ofreciendo la derecha a los fieles.
La Hiniesta está elevada sobre una finísima peana plateada colocada en el centro de una alfombra, todo ello a su vez sobre una estructura forrada en color rojo con una rampa en la parte delantera para facilitar el acceso a las personas que quieran besar la mano de la Virgen. A cada lado de la rampa hay un pie con decoración dorada y policromada de base cuadrada sobre el que hay flores de color blanco de diversas especies.
Detrás, la base de la cruz del Cristo de la Buena Muerte cuenta con un monte de corcho con diferentes flores de varias tonalidades. Flanquean al crucificado dos grandes blandones dorados con cera blanca, ante los cuales hay unos centros con claveles rojos.
Por otro lado, la hermandad celebra durante esta semana los cultos anuales en honor a la Virgen de la Hiniesta Gloriosa, con el triduo que comienza este martes y la función votiva que tendrá lugar el viernes, festividad de la Natividad de la Virgen.
Para estos cultos, se ha montado un altar presidido por la Hiniesta Gloriosa utilizando para ello diferentes elementos del paso de palio de la dolorosa, así como el frontal de los respiraderos del paso de la Virgen Gloriosa y los antiguos respiraderos de Cristóbal Ortega y los faldones como base del conjunto.
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