miércoles, 27 de septiembre de 2017

LA VIRGEN DE CONSOLACIÓN PRESIDIÓ EL ROSARIO VESPERTINO POR NERVIÓN


La Hermandad de la Sed celebró el pasado lunes el rosario vespertino con la imagen de Santa María de Consolación Madre de la Iglesia llevada en andas por las calles del barrio de Nervión. A las siete de la tarde comenzó este rezo público del rosario, que al ser lunes se correspondió con los misterios gozosos.
La cruz alzada entre ciriales llevada por acólitos de la hermandad abría el breve cortejo, que contó con la participación de la Hermandad del Sagrado Corazón de Jesús, que quiso acompañar por las calles a la dolorosa de la cofradía con la que comparte la sede de la Parroquia de la Inmaculada Concepción.





Tras los ciriales, llegó hasta la puerta del templo desde el presbiterio la Virgen de Consolación sobre sus andas con un friso de madera dorada, faldones con los colores blanco y celeste, y una peana de madera tallada dorada y policromada con el escudo de la hermandad en el frontal.
Seis candeleros del paso de palio con cera blanca, tres a cada lado, iluminaban a la dolorosa del Miércoles Santo, mientras que las andas se adornaban con claveles blancos dispuestos en dos jarras también del palio y en las esquinas, donde también había gladiolos.
La Virgen de Consolación vestía un manto blanco de raso, saya de tisú del mismo color con bordados en oro, una cotilla bordada sobre malla, un fajín militar de color rojo con borlones dorados y la toca de sobremanto que lleva en su estación de penitencia.
Lucía además la corona procesional, una cruz pectoral y un alfiler con su advocación en el pecherín, y sujetaba un rosario con la mano izquierda y la barquita que simboliza a la Iglesia y que forma parte del escudo de la hermandad en la derecha.
Ricardo López Almansa, capataz de la Virgen, fue el encargado de comandar las andas, cuyo llamador era el mismo del paso de palio. Delante iba el párroco de la Inmaculada Concepción, Ángel Sánchez Solís, dirigiendo el rezo de cada misterio del rosario, mientras que detrás, poniendo música y cánticos a este culto externo, iba el coro de campanilleros de la Hermandad de San José Obrero.
Tras salir del templo bajando la rampa con el escudo de la cofradía, la dolorosa de Dubé de Luque giró a su derecha e inició su camino por la calle Cristo de la Sed, antigua Padre Coloma, para tomar después Cardenal Lluch girando no a la izquierda, como cada Miércoles Santo, sino a la derecha, camino de la calle Alejandro Collantes.






































Antes de regresar a su templo, la Virgen de Consolación visitó durante este rosario vespertino el Colegio San Francisco Solano, donde un grupo de alumnos le cantó a la dolorosa. Posteriormente, por las calles Juana de Castilla y Cristo de la Sed, la dolorosa de los ojos azules entró de nuevo en su parroquia, donde este fin de semana estará expuesta en besamanos.

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