Durante la tarde del sábado y toda la jornada del domingo, la Parroquia de San Sebastián acogió el besamanos a María Santísima de la Paz con motivo de su cercana festividad, que se celebró el pasado miércoles.
Para este culto, en el que se estrenó una alfombra azul con el escudo de la hermandad realizada por Alfombras Baldomero, la Virgen de la Paz fue situada al fondo del presbiterio alto del templo, elevada sobre su peana de besamanos y vestida con el manto bordado en plata sobre tisú por Sucesores de Elena Caro en 2009 y la saya de los mismos materiales confeccionada por Manuel Solano en 2014.
Asimismo, lucía la corona procesional, obra de Juan Fernández de 1941 enriquecida por los Hermanos Delgado en 2016 para la Coronación Canónica, una cruz pectoral, el fajín de Capitanía General sobre el que estaba colocada la réplica de la Medalla de la Ciudad y sujetaba en la mano izquierda un rosario y la rama de olivo de plata que hicieron los Hermanos Delgado en 1995, mientras que la derecha la ofrecía a los devotos.
Al fondo, el retablo mayor de la parroquia que preside la Virgen del Prado se encontraba completamente tapado por un cortinaje de damasco rojo ante el que se situó el dosel de la hermandad, presidido por el simpecado que bordó en plata sobre tisú el taller de Sucesores de Esperanza Elena Caro en 2010, con asta de plata de los Hermanos Delgado. El simpecado estaba sobre la antigua peana procesional de la Virgen de la Paz.
Ante el dosel se desplegaban diversos candeleros del paso de palio con cera blanca y un crucifijo en el centro. Y en los extremos había pequeñas mesas de madera dorada con doseles donde veíamos sendos faroles plateados, pequeñas jarras con rosas blancas y otros enseres. Finalmente, hay que apuntar la presencia de cuatro jarras con diversas flores blancas sobre columnas doradas con decoración salomónica, y la del estandarte corporativo en la parte delantera del presbiterio alto, en el lado izquierdo.
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