viernes, 23 de febrero de 2018
BESAPIÉ AL SANTÍSIMO CRISTO DE LA SALVACIÓN EN SAN BUENAVENTURA
La Hermandad de la Soledad de San Buenaventura celebró el pasado sábado el tradicional besapié al Santísimo Cristo de la Salvación, que estuvo expuesto en la cabecera de la nave de la Epístola del templo franciscano, colocado de forma inclinada, con los brazos de la cruz sujetos por sendas estructuras cubiertas por telas de damasco burdeos, como también estaba tapada la base de la cruz, donde igualmente había un cíngulo dorado.
El espacio que ocupaba el besapié se delimitaba con grandes telas de damasco negro. La del fondo ocultaba el retablo de la Virgen de Guadalupe y contaba también con un repostero con el escudo de la hermandad bordado y una sencilla cenefa dorada. Y la tela del lado izquierdo, separaba el besapié de la nave central.
Junto al crucificado que tallara Manuel Cerquera en 1935 se dispusieron un total de diez candeleros plateados con cirios morados, cinco a cada lado; y delante de ellos, dos de las jarras del paso de la Virgen de la Soledad y los cuatro ángeles de madera tallada y policromada que se sitúan entre los candelabros en las esquinas. En las jarras había rosas, lirios, antirrhinum, estátice y cardos.
Finalizado el besapié y tras la celebración de la misa de las ocho y media, la hermandad sacó el Cristo a las calles para el rezo del vía crucis, que discurrió por las calles Carlos Cañal, Zaragoza, Doña Guiomar, Plaza de Molviedro, Castelar, Gamazo, Zaragoza, Badajoz, Plaza Nueva, Bilbao y Carlos Cañal. Una de las estaciones se rezó en el interior de la Capilla del Mayor Dolor, donde recibió al Cristo de la Salvación una representación de la Hermandad de Jesús Despojado, que también celebró el pasado fin de semana el besapié a su titular (ver).
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