miércoles, 14 de febrero de 2018

LA CUARESMA COMIENZA BESANDO LAS MANOS DEL CRISTO DE LAS TRES CAÍDAS


El Miércoles de Ceniza nos trae, desde la Capilla de los Marineros, un inicio de Cuaresma marcado por el besamanos al Santísimo Cristo de las Tres Caídas, de la Hermandad de la Esperanza de Triana, que se prolongará hasta este viernes.
El color morado predomina en el altar de este besamanos, no sólo por la túnica de terciopelo sin bordar que viste en esta ocasión el Señor de las Tres Caídas, sino también por el exorno floral a base de lirios morados que vemos repartidos en varias jarras del paso de palio de la hermandad, así como en centros colocados sobre columnas doradas en los extremos.
El Nazareno caído de la calle Pureza luce las potencias de salida, realizadas en oro por Villarreal en 1987, y se encuentra elevado en el presbiterio de la capilla sobre una estructura de color burdeos con el escudo de la hermandad y sobre la peana habitual de besamanos. También lleva la cruz con la que carga en su hombro izquierdo cada Madrugá, sujeta en la parte de detrás por dos ángeles de madera policromada.
Flanqueando a la imagen vemos, además de las jarras antes descritas, seis blandones plateados con cera blanca, mientras que al fondo, el retablo de la Virgen de la Esperanza, ya vestida de hebrea, cuenta con un gran número de candeleros y con los cuatro faroles de las esquinas del paso del Cachorro, ya utilizados en el vía crucis del pasado lunes día 5 para iluminar las andas de su traslado a Santa Ana (ver).
La mesa del altar tiene también varias sacras y el montaje de este besamanos se completa con la presencia del estandarte de la hermandad en el extremo izquierdo, en el lugar que separa la nave central de la nave del Cristo de las Tres Caídas.































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