sábado, 23 de febrero de 2019

LA CANDELARIA CELEBRÓ EL VÍA CRUCIS CON NUESTRO PADRE JESÚS DE LA SALUD


Tras el quinario y la función principal de la semana pasada, la Hermandad de la Candelaria siguió ayer con los cultos anuales en honor a Nuestro Padre Jesús de la Salud con la celebración del vía crucis por las calles cercanas a la Iglesia de San Nicolás, por las que el Nazareno de Francisco de Ocampo discurrió en una agradable noche con incipientes aromas a azahar y a menos de dos semanas del inicio de la Cuaresma.
Todo comenzó a las ocho y media de la tarde, cuando la cruz de guía de la corporación del Martes Santo se situaba en la puerta del templo seguida de varias parejas de hermanos con cirios blancos. Tras ellos, la representación de la Hermandad de las Nieves, el estandarte de la propia cofradía de la Candelaria, la presidencia, un trío de capilla de la Banda de Música de la Cruz Roja y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.





La primera de las estaciones del vía crucis se rezó con el Señor de la Salud aún en el interior del templo. Posteriormente, salió a la plaza que lleva su nombre llevado a hombros por varios hermanos sobre las andas de madera dorada estrenadas en 2012, en el Vía Crucis de las Cofradías. Una bellísima combinación de flores de tonalidad morada adornaba estas andas, que se detuvieron ya fuera para el rezo de la segunda estación antes de enfilar la calle San José.
A continuación, el Señor de la Salud, que lucía sus potencias de salida, inició su caminar en línea recta hasta pararse junto a la puerta del Convento de Madre de Dios, cuyas religiosas dominicas se encargaron de la lectura de la tercera estación.















Cerca estaba el punto destinado al rezo de la cuarta estación, que tuvo lugar junto a la Iglesia de San José. Y al final de la calle del mismo nombre, a la altura del Hotel Fernando III, se rezaría la quinta.













Una gran cantidad de gente seguía al Señor de la Salud y también era mucha la que lo esperaba en la confluencia entre las calles Santa María la Blanca y Ximénez de Enciso, donde las andas fueron detenidas porque precisamente en dicho punto se dio lectura a la sexta estación de este vía crucis. Después, el Nazareno de Ocampo continuó en dirección a la calle Fabiola.













El itinerario del vía crucis del Señor de la Salud continuó tras Fabiola por Federico Rubio, la Plaza Ramón Ybarra y la vuelta a San Nicolás, donde se rezaría la última de las catorce estaciones a eso de las diez y media de la noche. Las inmediaciones de la antigua Judería sevillana se convirtieron un año más en el camino hacia el Calvario de Jesús con su pesada cruz a cuestas.
Este fin de semana se completan los cultos al Señor de la Hermandad de la Candelaria con la celebración de su besapié.

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