El pasado domingo, como cada primero de febrero, tuvo lugar en la Parroquia de la O el besamanos a la imagen de Santa María de la O Gloriosa, imagen letífica que presidió igualmente una función solemne en su honor.
Para ello, la Virgen fue situada en el presbiterio alto del templo trianero, sobre la peana del besamanos, labrada en plata y con el escudo de la hermandad en un óvalo frontal. Vestía manto y saya de tisú celeste, siendo liso el manto, mientras que la saya estaba bordada en oro. Llevaba también una mantilla blanca y un pecherín de encaje dorado sobre el que veíamos un collar de perlas, un alfiler donde se leía "María de la O" en letras doradas y varios broches.
Llevaba también unos llamativos pendientes, ráfaga y corona de plata con cabezas de querubines doradas, y una media luna a sus pies plateada e igualmente con algunas partes doradas; en este caso, el emblema de la O y las estrellas de las puntas. Por otra parte, sujetaba con la mano izquierda el libro de las antífonas, vinculado con su advocación alusiva a la Expectación del parto, y daba a besar la derecha.
Flanqueaban a la O Gloriosa cuatro jarras del paso de palio de la dolorosa con diversas flores blancas como claveles y astromelias. Cada jarra estaba sobre un pie de base cuadrada y un poco más atrás, entre cada pareja, veíamos una columna dorada con fuste salomónico sujetando un candelabro de cinco velas blancas.
Detrás, a los pies del camarín de la O Dolorosa, había otras dos jarras, diez candeleros del palio con cera blanca y un crucifijo de plata en el centro. Finalmente, en el lado izquierdo del presbiterio se encontraba la cruz parroquial con manguilla entre ciriales, y en el derecho el estandarte corporativo.
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