martes, 17 de septiembre de 2019

EL ROSARIO DE LA VERA-CRUZ TUVO QUE MODIFICAR SU ITINERARIO POR LAS OBRAS


La Hermandad de la Vera-Cruz celebró este domingo el rosario público con la imagen de María Santísima de las Tristezas durante su traslado anual al Convento de Santa Rosalía, donde se celebró la solemne función con motivo de la festividad de los Dolores de la Virgen.
Las obras que el Ayuntamiento de Sevilla está realizando, otra vez, en la calle Baños obligaron a modificar el itinerario, alargándolo por las calles Teodosio, Pascual de Gayangos, Martínez Montañés, Plaza de San Lorenzo y Cardenal Spínola.
Finalizada la función religiosa, la hermandad emprendió el regreso recorriendo exactamente el mismo itinerario, ahora en sentido inverso. Así, desde el convento de las religiosas capuchinas, el cortejo salió a la calle Cardenal Spínola y giró a su derecha. La cruz alzada con manguilla y el estandarte corporativo fueron las insignias utilizadas en el breve cortejo, del que formaron parte algunos hermanos con cirios verdes.



Llevada en unas andas con faldones de color verde y dos faroles del mismo color, la Virgen de las Tristezas vestía saya de terciopelo azul bordada en oro y manto liso del mismo color que estrenaba el encaje de oro en todo su perímetro. Además, la dolorosa de Antonio Illanes lucía la corona de plata labrada en 2017 por Joaquín Ossorio con motivo del 75 aniversario de la imagen.
Tras salir del Convento de Santa Rosalía, la Virgen de las Tristezas comenzó a caminar por la calle Cardenal Spínola en dirección a la Plaza de San Lorenzo.
















Las andas se detuvieron en la misma confluencia de Cardenal Spínola con la Plaza de San Lorenzo. Después, la Virgen de las Tristezas pasó fugazmente por dicho enclave para adentrarse a continuación en la calle Martínez Montañés. Desde ahí, las andas, adornadas con grandes rosas blancas colocadas por Floristería Antonio Mendoza, tomó Pascual de Gayangos.
















En el tramo final del recorrido, la dolorosa de las Tristezas salió a la calle Teodosio y alcanzó Jesús de la Vera-Cruz tras cruzar la calle Baños, llena de vallas y albero como hace muy poco tiempo, durante las anteriores obras que sufrió esta zona.
Antes de entrar en la Capilla del Dulce Nombre de Jesús, el capataz de la Virgen, Luis León Pérez, mandó que se detuvieran las andas para un relevo de los hermanos encargados de portarlas. Realizado el relevo, la Virgen de las Tristezas entró en la capilla en torno a la una y media de la tarde.


















Cuando la Virgen accedió al interior de su capilla, fue conducida hasta la nave del Evangelio, donde se quedó justo delante de su retablo, finalizando así la mañana en la que la Hermandad de la Vera-Cruz vive cada año la festividad de los Dolores de la Virgen.

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