El pasado viernes, un día después de la celebración de su festividad, la imagen de San Antonio María Claret de la parroquia del mismo nombre salió en procesión por las calles del barrio de Heliópolis acompañado por numerosísimos alumnos del colegio claretiano y por la Hermandad de la Misión, que tiene al santo como titular.
A las cinco de la tarde comenzó la salida, que se iniciaba con la cruz parroquial entre faroles. Tras ella, dos larguísimos tramos de alumnos con el uniforme del colegio separados únicamente por la bandera del propio centro entre varas. Finalmente, iban el estandarte corporativo de la Hermandad de la Misión y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.
El paso del Inmaculado Corazón de María volvió a ser el utilizado para esta salida de San Antonio María Claret, aunque con unos faldones diferentes de damasco rojo. José Manuel Díaz Rodríguez estaba a cargo del paso, que precisamente antes de salir fue situado ante la mencionada imagen mariana, girándose ante ella en la nave central de la parroquia.
Seguidamente, se encaminó hacia la puerta y salió con el Himno de España, interpretado por la Banda de Música Nuestra Señora de la Soledad de Cantillana, que estaba también dentro del templo, donde tocó algunas marchas durante el recorrido del santo por el interior. Y tras el Himno de España, con el paso ya en la zona del atrio, la banda tocó "Himno a San Antonio María Claret", cantado por muchos de los presentes, alumnos y ex alumnos del centro.
A continuación, el paso, adornado con una colorida combinación floral de tonos blancos, morados y anaranjados, salió a la calle Padre García Tejero, donde los músicos interpretaron "Revirá", marcha que interrumpieron cuando el paso se detuvo al no poder avanzar más debido a un cierto parón en el cortejo.
Cuando ya pudo continuar, el paso de San Antonio María Claret se levantó, siempre a pulso 'aliviao', y siguió por Padre García Tejero, donde sonaron dos marchas más: "Virgen de los Reyes" y "Al Cielo con Ella", ésta ya en el giro a la calle Nicaragua, por la que la procesión del colegio se internó por las características calles del barrio de Heliópolis.
Desde la calle Nicaragua, el paso giró a la calle Tajo a los sones de "Madrugá Macarena", marcha que fue interpretada por una segunda vez, hasta que alcanzó la siguiente calle de su itinerario, que fue Paraguay. Luego, sin dejar esta calle, el paso llegó hasta la denominada Plaza de los Andes, que no es sino el encuentro de cuatro de las vías de esta zona del barrio caracterizada por los ángulos rectos. Así, en esta misma plaza, San Antonio María Claret giró a continuación a la calle Baleares con "Coronación de la Macarena", a la seguiría después "Procesión de Semana Santa en Sevilla" al pasar a Chile.
La calle Chile era el tercero y último de los cuatro lados de la Plaza de los Andes por los que iba a pasar el santo claretiano, dado que a continuación volvió a tomar la calle Tajo, ahora por otro de sus tramos, lo que hizo en una revirá pausada a los sones de la marcha "Siempre la Esperanza".
La breve procesión de San Antonio María Claret iba alcanzando su tramo final, dado que desde Tajo, y con la marcha "Siempre Macarena", el paso tomó la calle Uruguay, donde más adelante sonaría "Alma de la Trinidad".
Posteriormente, tras una levantá en la que un pequeño alumno del colegio pudo tocar el llamador del paso, San Antonio María Claret salió de nuevo a Padre García Tejero con una doble interpretación de la marcha "La Estrella Sublime", seguida luego por "Y en Triana, la O".
La calle Padre García Tejero estaba repleta de niños para ver la entrada del paso. Eran los que habían formado parte del cortejo de la procesión y que, una vez dentro del templo los tramos, habían salido junto a sus padres y amigos para disfrutar de los metros finales del recorrido.
Con "Madre Hiniesta", que fue interpretada dos veces por la Banda de la Soledad de Cantillana, el paso se introdujo en el atrio hasta quedar parado mirando hacia la puerta. Y también sonó en dos ocasiones el "Himno a San Antonio María Claret", que mientras el paso giraba para mirar hacia la calle fue cantado con fuerza por todos los niños que en el momento de la salida no habían podido hacerlo por ir en las filas del cortejo.
Finalmente, cuando eran las ocho de la tarde menos veinte minutos, el paso se adentró en la parroquia aledaña al Colegio Claret y el santo catalán propagador de la devoción al Corazón de María volvió a su casa sevillana con el Himno de España.
Finalizada la procesión, el capataz y sus auxiliares condujeron el paso hasta el lado izquierdo del presbiterio, justo en el lado contrario del lugar donde la imagen de San Antonio María Claret recibe culto durante todo el año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario