martes, 22 de octubre de 2019
LA VIRGEN DE MONTEMAYOR RECORRIÓ EL INTERIOR DEL TEMPLO AL NO PODER SALIR
Al igual que hiciera la Hermandad de las Aguas con la Virgen del Rosario (ver), también la Hermandad de Nuestra Señora de Montemayor, filial de la Patrona de Moguer, tuvo que suspender el pasado sábado su salida procesional desde la Iglesia de San Juan de la Palma debido a la lluvia que caía sobre Sevilla y que se hizo especialmente intensa cuando la cofradía debía estar en las calles.
Era ésta la quinta ocasión en que la cofradía fundada por ciudadanos de Moguer residentes en Sevilla iba a celebrar una salida procesional, aunque hay que recordar que la primera vez, en 2015, también se suspendió por la lluvia, de forma que no fue hasta 2016 cuando por fin recorrió la feligresía.
La salida estaba prevista para las siete menos cuarto de la tarde, aunque poco después de esa hora la hermandad anunciaba que no saldría a la calle. En su lugar, se realizaría una breve procesión por el interior de San Juan de la Palma. Efectivamente, a las órdenes del capataz Manuel Barragán, la Virgen de Montemayor se movió por la nave central del templo dirigiéndose en primer lugar hacia el presbiterio para situarse frente al retablo mayor, presidido por la Virgen de la Amargura y San Juan Evangelista.
La Banda de Música Nuestra Señora del Sol era la encargada de acompañar a la Virgen de Montemayor y para ella interpretaron cuatro marchas durante esta procesión bajo techo. La primera fue precisamente "Amarguras", durante cuya interpretación una representación con su estandarte corporativo de la Hermandad de la Amargura estuvo en el propio presbiterio, recibiendo así simbólicamente a la cofradía vecina.
Posteriormente, a los sones de "Aquella Virgen", el paso, que estaba adornado con nardos, rosas, claveles, lilium, rosas de pitiminí, lisiantum y eucalipto, se dirigió a la capilla de la Virgen de la Cabeza, ante la que también se paró y donde igualmente había una representación de la cofradía filial de la Patrona de Andújar, que vivió su salida procesional dos semanas antes (ver).
Finalmente, la Virgen de Montemayor volvió a la nave central, donde sonaron las marchas "Virgen de los Estudiantes" e "Hiniesta", con la que el paso se quedó definitivamente detenido ante su propio retablo, en la nave de la Epístola de su iglesia.
Así, entre vivas de vecinos de Moguer que se encontraban en el templo, finalizó esta reducidísima procesión de la Virgen de Montemayor sin llegar a salir a las calles. Por último, hay que comentar la presencia de dos lazos rojos en los candelabros delanteros promoviendo la donación de órganos, y la utilización de cuatro jarras que volvieron a ser cedidas por la Hermandad de la Divina Pastora de San Antonio.
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