sábado, 5 de octubre de 2019

LOS PANADEROS CELEBRA EL BESAMANOS A MARÍA SANTÍSIMA DE REGLA CORONADA


La Hermandad de los Panaderos celebra este fin de semana, como culminación a sus cultos, el besamanos a María Santísima de Regla Coronada, que se presenta a los devotos en el presbiterio de la Capilla de San Andrés, a los pies de Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder.
Una fina peana de color rojo con apliques de plata eleva a la dolorosa, que viste el manto de terciopelo azul bordado en oro y sedas por Mariano Martín Santonja, siguiendo el diseño de un antiguo manto de Rodríguez Ojeda que pertenece actualmente a la Soledad de Cantillana. Además, lleva una saya bordada en oro sobre tisú también de Martín Santonja.
Sobre la cabeza, la Virgen de Regla luce la antigua corona de salida, con la que procesionaba cada Miércoles Santo antes de que en su Coronación Canónica en 2010 se le impusiera la nueva, cuyo diseño se basa precisamente en ésta, que es obra de Miguel Palomino de 1841. La dolorosa luce en el pecherín un alfiler con su advocación y la réplica de la Medalla de la Ciudad, mientras que en las manos no sujeta ni pañuelo ni rosario alguno, siendo la derecha la que ofrece a los devotos.
A ambos lados de la Virgen de Regla se despliegan diferentes elementos que ocupan en su conjunto todo lo ancho de la capilla. Se trata de jarras de su paso de palio con claveles y lisiantum de color blanco, nardos y paniculata, varios candeleros con cera blanca y dos altos blandones dorados, además de dos pequeños candelabros plateados. Sobran, eso sí, por innecesarias y porque afean bastante todo el montaje, las cintas negras propias de un edificio administrativo colocadas a izquierda y derecha, delante de todo lo descrito anteriormente.
Al fondo, con el Señor del Soberano Poder delante del dosel de cultos desde el que la Virgen de Regla ha presidido días atrás sus cultos, vemos más candeleros y dos centros de flores variadas de color rojo. El Señor viste la túnica de pelo de camello tan característica en el ajuar de esta imagen.
Finalmente, ante las pequeñas puertas de accceso a las dependencias interiores de la capilla se han dispuesto otras dos jarras del paso de palio situadas sobre sendas columnas de madera dorada con fuste estriado.
































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