BESAMANOS PREVIO A LAS BODAS DE PLATA DE LA CORONACIÓN DE LA ENCARNACIÓN

Nuestra Señora de la Encarnación, de la Hermandad de San Benito, estuvo expuesta en besamanos los pasados domingo y lunes con motivo de la conmemoración del aniversario de su Coronación Canónica. En concreto, este año se han cumplido 24 desde aquel 10 de diciembre de 1994, cuando la Virgen de la Encarnación se convirtió en la quinta dolorosa coronada, lo que significa que en 2019 será el XXV aniversario, que se celebrará con una doble salida extraordinaria con ida y vuelta a la Catedral.
La imagen se encontraba en el presbiterio alto de la parroquia, sobre una peana de madera dorada. Lucía su manto procesional y la saya de tisú de Manuel Solano estrenada en 2015 y sobre la que tenía un fajín militar de color rojo con borlones dorados y un entorchado.
Sobre el pecherín, la dolorosa llevaba una cruz pectoral, un puñal, la réplica de la Medalla de la Ciudad que tiene por ser una Virgen coronada y dos broches de gran tamaño con forma de flores de tonalidad morada. Además, con la mano izquierda sujetaba un rosario mientras daba a besar la derecha.
El altar del besamanos se extendía ante un cortinaje de terciopelo rojo que ocultaba parcialmente el retablo mayor del templo que preside la Virgen de Valvanera. Ante este cortinaje se dispuso el dosel de cultos de la hermandad que delante tenía el simpecado de la cofradía flanqueado por dos jarras de su paso de palio colocadas sobre sendas columnas de madera dorada. Otras dos jarras estaban en los extremos, entre candeleros con cera blanca colocados de forma escalonada.
Junto a la Virgen de la Encarnación había cuatro altos blandones dorados, dos a cada lado, y entre cada pareja un alto centro floral con las mismas especies que se encontraban en las jarras y a los pies de la imagen, que eran rosas de color rosa, margaritas, paniculata y astromelias.
Finalmente, en el lado izquierdo estaba el guión de la Coronación Canónica, que desde entonces forma parte del cortejo de la cofradía, mientras que a la derecha se situó el estandarte de esta hermandad del Martes Santo.