La Hermandad de los Negritos ha iniciado este jueves tres días de besamanos a Nuestra Señora de los Ángeles por la celebración de la festividad de la Inmaculada Concepción, recuperando las habituales fechas de este culto, del 6 al 8 de diciembre, después de que el año pasado tuviera lugar del 8 al 10.
Llama la atención el hecho de que la dolorosa luce la antigua corona de salida, de Manuel Román Seco (1950), con la que igualmente saldrá a las calles el Jueves Santo de 2019, dado que hasta el momento de su Coronación Canónica del próximo mes de mayo no la volveremos a ver con su personal corona actual de salida, que será enriquecida para la ocasión por el orfebre cordobés Miguel Ángel Cerezo.
Para este besamanos, la Virgen de los Ángeles viste manto de camarín azul y saya burdeos, ambas de terciopelo bordadas en oro. Lleva varios broches y un alfiler con su advocación en el pecherín, además de un pañuelo de encaje en la mano izquierda, mientras que en la derecha, la que da a besar, sujeta un rosario.
La dolorosa está elevada sobre la parte superior de su peana procesional, cuyos ángeles de los extremos sujetan rosas de color rosa, flores que también vemos en cuatro de las jarras del paso de palio, ubicadas dos delante y dos detrás, así como en otros puntos del altar del besamanos.
El camarín de la Virgen está oculto tras una especie de dosel compuesto por el techo de palio, una de las caídas laterales, cuatro varales y seis candeleros con cera blanca. También en este punto están los antiguos candelabros de cola, mientras que los actuales se encuentran más adelantados, en el suelo de la capilla.
Por último, a la altura de la imagen vemos en el extremo izquierdo la bandera de la Virgen y en el derecho, en el punto que separa el inicio de las dos naves del templo, el estandarte corporativo.
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