Si estos días la Hermandad de la Bofetá ha celebrado los cincuenta años de su traslado a San Lorenzo con un besamanos extraordinario a la Virgen del Dulce Nombre (ver), la Hermandad de la Soledad ha hecho lo propio con motivo del sesquicentenario de su llegada a la misma parroquia. De esta forma, las dolorosas de las dos cofradías de San Lorenzo han ofrecido estos días sus manos coincidiendo con la festividad de la Inmaculada.
La Virgen de la Soledad estaba en el interior de su capilla, sobre una peana de madera tallada y dorada, y vestida con manto y saya de terciopelo azul con bordados en oro. Lucía la diadema con la que sale a las calles cada Sábado Santo y tenía un sencillo tocado sobre el que únicamente tenía prendido un alfiler con su advocación. En la mano izquierda portaba un pañuelo, mientras que era la derecha la que daba a besar a los devotos.
Flanqueaban a la dolorosa dos jarras plateadas colocadas en el suelo con claveles, rosas y paniculata, todo ello de color blanco, flores a las que se unían los antirrhinum en otros puntos del altar del besamanos, como en un gran centro ante la imagen, así como en otras jarras y en el friso de los muros de la capilla.
Junto a la Soledad veíamos también dos candelabros plateados y detrás, ante un cortinaje de damasco azul que cubría el camarín, se dispuso una pintura de la Inmaculada Concepción realizada por Fray Miguel de Herrera en 1769, que fue donada junto a otra del Divino Salvador a la Hermandad Sacramental de San Lorenzo, con la que la Soledad acabó fusionándose. Y bajo el lienzo se podía ver una pequeña talla de San Miguel, titular de la desaparecida parroquia de la que procedía la hermandad al llegar a San Lorenzo en 1868.
Diversos candeleros iluminando el altar de la capilla y una artística alfombra que ocupaba gran parte de ésta completaban el altar de este besamanos extraordinario a la Virgen de la Soledad, que hace 150 años empezó a conocerse con su actual 'apellido': de San Lorenzo.
Con este besamanos, además, han concluido los actos conmemorativos de esta efeméride, después de otros como la exposición que tuvo lugar en el Ayuntamiento (ver) o el triduo extraordinario del pasado mes de octubre (ver).
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