martes, 12 de julio de 2022

EL CARMEN DE SANTA ANA VISITÓ AL CRISTO DE LAS TRES CAÍDAS EN SU SALIDA


La Hermandad del Carmen de Santa Ana celebró este sábado su salida procesional por las calles de Triana, que recorrió con prisa. Tanta, que estaba de vuelta en su templo con bastante antelación sobre lo anunciado; algo nada común prácticamente en ninguna cofradía.
Para esta salida, la tercera desde la reorganización de la hermandad, contó con la cesión de los candelabros de guardabrisas por parte del Colegio de las Salesianas de San Vicente, ya que son los que iluminan el paso de María Auxiliadora. Curiosamente, cada vez que ha salido ha llevado unos candelabros diferentes. Así, en 2018 llevaba los de la Virgen de los Desamparados del Parque Alcosa (ver) y en 2019 los de la Hiniesta Gloriosa (ver).
Llamó la atención la exorbitante decoración floral con que contaba el paso, que ocultaba la base de los candelabros, las propias jarras y hasta la peana al contemplar a la Virgen desde un lateral. El resultado es que parecía que la Virgen del Carmen flotaba entre flores. Incluso la miniatura de la Esperanza de Triana del frontal, cedida cada año por un particular, se veía parcialmente entre las flores.
En cuanto a la vestimenta de la imagen, contaba con un manto blanco de brocado, saya marrón con un ligero bordado en la zona inferior y escapulario también marrón con bordados perimetrales. Asimismo, tenía diversas joyas y medallas, muchas de ellas engarzadas en la corona.
La salida se produjo a las siete y media de la tarde, y en primer lugar la cofradía buscó la calle Betis para después encaminarse al Altozano y salir luego a San Jacinto rodeando por San Jorge, Antillano Campos y Alfarería. Posteriormente, por Rodrigo de Triana, Flota y Rocío alcanzó la calle Pureza, el punto más destacado de su recorrido, ya que antes de regresar a Santa Ana iba a entrar en la Capilla de los Marineros, siendo recibida por la Hermandad de la Esperanza de Triana.
La Banda de Música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, se encargó del acompañamiento musical, interpretando la marcha "Triana" precisamente en el giro de Rocío a Pureza, y enlazándola luego con "Esperanza de Triana Coronada".
Después hubo un relevo de costaleros y seguidamente la banda interpretó otras dos marchas enlazadas, las dos dedicadas también a la Esperanza. Fueron "Triana de Esperanza" y "Reina la Esperanza". Con ellas, la Virgen del Carmen entró al completo en la capilla y se situó frente al Cristo de las Tres Caídas, que preside el templo debido a la ausencia por su restauración de la Virgen de la Esperanza.






















Hacía bastante calor. De hecho, en la misma puerta de la Capilla de los Marineros un chaval sufrió un pequeño desvanecimiento, teniendo que ser atendido por los miembros de ambas hermandades.
Con la marcha "Siempre la Esperanza" salió de espaldas de la capilla la Virgen del Carmen, que después se detuvo frente a la puerta para que los costaleros se dieran la vuelta bajo las trabajaderas antes de continuar, lo que hizo minutos después mientras la Banda de Las Cigarreras tocaba otra marcha de la Esperanza, como es la que lleva por título "Esperanza que guía a Triana".



















Algunos cofrades que seguían a la Virgen del Carmen miraban el reloj y se preguntaban: "¿Pero ya va a entrar?". Efectivamente, antes de lo que cabría esperar la cofradía recorría los últimos metros de su salida procesional y de Pureza pasó a la antigua calle Vázquez de Leca con dos marchas seguidas: "Aniversario macareno" y "Coronación".
Después, con el paso detenido junto al azulejo de Santa Ana y la Virgen, el capataz, Manuel Sorrentino, dedicó la levantá al cuerpo de acólitos de la cofradía. A continuación, el paso recorrió el resto de la calle y salió a la Plazuela de Santa Ana con la marcha "La Caridad del Arenal".





















Ante la puerta de la parroquia, la Virgen del Carmen, que ha salido por primera vez tras haber sido restaurada por José Manuel Cosano en 2019, se levantó y comenzó a girar mientras la banda tocaba una última marcha, "Reina de Triana". 
Tras ella, el paso se detuvo ya cuadrado delante de la puerta, pero mirando hacia la plaza. Los costaleros se dieron la vuelta y poco después, en silencio, realizaron la entrada en el templo, momento en que sonó el Himno de España y rápidamente un hermano cerró la reja para que nadie se "colara" en la parroquia.











Eran las once de la noche y treinta y siete minutos cuando la Virgen del Carmen entraba en Santa Ana; eso es exactamente veintitrés minutos antes de la hora anunciada. Parece que la hermandad tenía prisa. Y eso que la pandemia, como a tantas otras, la tuvo dos años seguidos sin salir.

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