miércoles, 14 de diciembre de 2022

SANTA LUCÍA OFRECIÓ LAS MANOS A SUS NUMEROSOS DEVOTOS EN SU FESTIVIDAD


La Hermandad de Santa Lucía vivió ayer un día grande con motivo de la festividad de su titular, que estuvo expuesta en besamanos en el presbiterio bajo de la Iglesia de Santa Catalina durante toda la jornada de forma ininterrumpida.
Los numerosos devotos de los que goza la santa de Siracusa fueron pasando a lo largo de todo el día para rezarle y para besarle las manos, e incluso hacían que un hermano rozase las estampitas que cogían por la bandeja con los ojos que la santa porta en su mano izquierda.
Sobre una alfombra veíamos a Santa Lucía con una mantilla dorada por encima de la cabeza y de los hombros, y con un aro alrededor de la cabeza, una corona, la palma del martirio y la espada, todo ello de orfebrería plateada. Además, contaba con unos llamativos pendientes.
La imagen estaba flanqueada por dos candelabros plateados que tenían cada uno cinco altas velas blancas. Y delante de ellos se dispusieron unas jarras con grandes rosas blancas, claveles, lisiantum, margaritas, antirrhinum y algunos nardos. Detrás, ante la mesa de altar fija del templo, se colocaron dos pies de madera dorada y terciopelo rojo de base cuadrada en los que había otras dos jarras con las mismas flores ya descritas.
En el lado izquierdo del presbiterio, en una pequeña mesa y entre dos guardabrisas, se situó el relicario que posee la hermandad con una reliquia de Santa Lucía que se dio a besar a los devotos al término de la función principal que tuvo lugar a las ocho y media de la tarde. Y en el lado derecho se ubicó el estandarte corporativo.























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