sábado, 14 de octubre de 2017

MADRE DE DIOS DEL ROSARIO RECORRIÓ LAS CALLES DE UNA TRIANA EN JÚBILO


Ambiente absolutamente festivo el que encontró por las calles de Triana Madre de Dios del Rosario, que el pasado jueves vivió su salida procesional. La Coronación Canónica de la Virgen de la Salud de San Gonzalo, que se celebra hoy, mantiene al barrio en una sincera alegría y expectación, que se vio incrementada además con la salida de la Patrona de Capataces y Costaleros, que concita la devoción de un gran número de personas, y especialmente de las cuadrillas de toda la ciudad.
Con la Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de las Tres Caídas por delante del cortejo, demasiado cerca en ocasiones, ya que sus sones se podían escuchar perfectamente desde el paso, la cofradía se puso en camino desde la Parroquia de Santa Ana pasadas las siete y cuarto de la tarde, con cruz alzada entre faroles, niños con cirios, el simpecado, el libro de reglas y las diversas representaciones, entre las que estaban el Carmen de Santa Ana, la Pastora de Triana, el Rocío de Triana, que se despidió en la esquina de San Jacinto con Pagés del Corro, y la Esperanza de Triana. Después, el propio estandarte corporativo de Madre de Dios del Rosario, la presidencia y el cuerpo de acólitos.








Tras salir, la cofradía tomó las calles Pelay Correa, Cristo de las Tres Caídas y Rodrigo de Triana para salir a San Jacinto, donde Madre de Dios del Rosario se dirigió a la Capilla de la Estrella, a la que llegó y ante la que se volvió con la marcha "La Estrella Sublime" interpretada por la Banda de Música del Maestro Tejera.
Los respiraderos de este paso se caracterizan por llevar los escudos de muchas de las hermandades de penitencia de la ciudad bordados. Es habitual que los espectadores traten de adivinar a cuál corresponde cada uno, con mayor o menor acierto. Este año había dos nuevos en la trasera, uno el de la Hermandad de las Aguas, y otro el de Torreblanca, primera vez que se incluye el de una hermandad de vísperas y precisamente cuando acabamos de conocer que será Nuestro Padre Jesús Cautivo ante Pilato la imagen que presida el Vía Crucis de las Cofradías en 2018 (ver).
Los cofrades de la Estrella cantaron la Salve y después el paso siguió su camino con la marcha "Virgen de la Estrella". Antes de girar a la derecha a Pagés del Corro, el capataz, que este año ha sido Javier Díaz Espinosa, dedicó una levantá a la Hermandad del Rocío.
La Virgen del Rosario recorrió los primeros metros de Pagés del Corro a los sones de "Virgen de las Aguas" y después se detuvo, antes de alcanzar un obstáculo, como era la baja altura de unos cables que cruzaban la calle y que obligaron a retirar los zancos del paso para que los costaleros pudieran agacharse y salvar la dificultad.
De nuevo se paró para volver a colocar los zancos y luego siguió a tambor hasta quedar parado junto a la esquina con Antillano Campos, estrechez por la que iba a adentrarse a continuación el paso, adornado fundamentalmente con rosas, mientras la Banda de Tejera tocaba "María Santísima del Subterráneo".





































A propuesta de un costalero, la primera levantá en Antillano Campos fue "por España", tras la que el paso avanzó a tambor hasta pararse cerca del cruce con Alfarería, donde un hermano avisaba a otros de que la cofradía acumulaba veinte minutos de retraso que había que recuperar.
Después, Madre de Dios del Rosario siguió con la marcha "El Cachorro. Saeta sevillana", a la que seguiría luego, tras avanzar el paso de forma ágil para tratar de reducir el retraso, "Aquella Virgen" en el giro a San Jorge, y después "Madre de Dios del Rosario" al pasar por el Altozano, perfectamente adornado para la Coronación Canónica de la Virgen de la Salud, de la que podíamos ver una enorme fotografía de cuerpo entero en una de las fachadas.
Ya en Pureza, donde se pudo escuchar la marcha "La Esperanza de Triana", de nuevo hubo una chicotá con los costaleros andando a buen ritmo, y pronto alcanzó la Capilla de los Marineros con "Triana de Esperanza" y con muchos de los presentes cantando la parte de la composición basada en la Salve a la Esperanza, dolorosa que desde el retablo mayor de la capilla presidió el recibimiento de su hermandad a Madre de Dios del Rosario.


































De la Capilla de los Marineros el paso se alejó a los sones de "Soleá, dame la mano" y puso rumbo ya hacia Santa Ana. Aún en Pureza, la banda interpretó "Rey de Reyes" hasta la misma esquina con Vázquez de Leca, donde unos turistas de acento norteño aplaudieron sorprendidos la siguiente levantá, mostrando verdadero entusiasmo por "cómo levantan aquí los pasos".
Tras esa levantá, Madre de Dios del Rosario giró a los sones de una de las marchas que llevan su nombre, a la que seguiría después "Hermanos costaleros" antes de girar a la Plazuela de Santa Ana, donde precisamente sonó otra de las composiciones tituladas "Madre de Dios del Rosario", en este caso la compuesta por Antonio Pantión y recuperada en el repertorio hace algunos años.
Con esta marcha, el paso se colocó ante la puerta del templo, habiéndose dado ya la vuelta para entrar mirando hacia la plaza.























Antes de entrar, el capataz dio las últimas recomendaciones a los costaleros que iban debajo del paso en ese momento, y que eran los mismos que habían hecho la salida. Les pidió que lo hicieran tan bien como al salir y tocó el llamador para comenzar la maniobra mientras la Banda de Tejera tocaba "Virgen del Valle".
Con la marcha de Vicente Gómez Zarzuela, el paso de Madre de Dios del Rosario entró en Santa Ana y la banda rubricó su acompañamiento musical con el Himno de España.








Javier Díaz Espinosa aprovechó nada más entrar para mostrar su orgullo por haber podido comandar el paso de la Patrona de Capataces y Costaleros, y después llamó para finalizar la labor llevando el paso hasta la cabecera de la nave del Evangelio, donde se encuentra la capilla en la que recibe culto Madre de Dios del Rosario, que acababa, a las doce de la noche, de recorrer una Triana en verdadera fiesta. Por lo vivido esa tarde y noche, pero también por lo que aún está por venir.

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