viernes, 9 de diciembre de 2016

INMACULADA 2016: CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD


La Hermandad de la Trinidad vivió ayer el besamanos a María Santísima de la Concepción en el día de su festividad. Con el retablo principal de la capilla que la cofradía del Sábado Santo posee en la Basílica de María Auxiliadora oculto tras un gran cortinaje de terciopelo rojo, la dolorosa que acompaña en su paso al Cristo de las Cinco Llagas estaba ante el dosel de cultos sobre una peana de madera tallada y dorada.
La Virgen de la Concepción vestía manto de camarín rojo y saya azul, ambas bordadas en oro a realce. La combinación cromática no es casual, dado que el rojo y el azul son los colores de la cruz trinitaria, además de los que antiguamente se utilizaban para las prendas de las imágenes pictóricas y escultóricas de la Inmaculada Concepción.
También lucía la diadema procesional (aunque lleva varios años sacando una cedida por la Hermandad de los Gitanos), obra de Manuel Seco Velasco, un puñal de plata sobredorada con aplicaciones de esmalte y la cruz trinitaria en el centro, y una cruz pectoral de oro con pedrería. Debajo, prendido de la saya tenía el alfiler con su advocación y con la mano derecha sujetaba un rosario.
A ambos lados de la dolorosa se colocaron sendas jarras del paso de palio de la Virgen de la Esperanza con claveles blancos, lisianthus, antirrhinum y margaritas. Y en los extremos, sobre unas estructuras de madera con marcos dorados y apliques de orfebrería, había un total de veintiséis candeleros del palio, trece a cada lado, con otras dos jarras.
Finalmente, hay que indicar que en el lado izquierdo, junto al cuadro de la Virgen de los Reyes, se encontraba la bandera concepcionista del cortejo procesional, mientras que en el lado derecho, junto a la talla de San Miguel del paso del Sagrado Decreto, estaba el estandarte corporativo de la hermandad.



























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