martes, 17 de mayo de 2022

LA HERMANDAD DE ARACELI ESTRENÓ LOS CANDELABROS Y RECORDÓ A CARLOS AMIGO


La Hermandad de Nuestra Señora de Araceli realizó este sábado su salida procesional, en la que por fin pudo estrenar los candelabros de las esquinas de un paso que poco a poco va completándose y en el que también fue novedad la restauración de la peana, así como dos jarritas en metal plateado.
Fue a las ocho y media de la tarde cuando la corporación se puso en camino desde la Parroquia de San Andrés, en cuyo interior fue arropada por la Hermandad de Santa Marta, que con su estandarte corporativo se puso al lado de la puerta de salida para despedir a la Virgen de Araceli.
La cruz alzada con manguilla entre ciriales abría el cortejo, en el que también participaron las hermandades de la Virgen de la Sierra y del Carmen de San Gil. Después iban el libro de reglas y el estandarte antes del cuerpo de acólitos con cuatro ciriales iguales a los que iban con la cruz alzada.






Poco después se produjo la salida del paso de la Virgen de Araceli, imagen que presentaba un recuerdo al recientemente fallecido Cardenal Carlos Amigo Vallejo. Así, a la altura del vientre portaba una cruz de San Cosme y San Damián, símbolo franciscano que alude a la orden a la que pertenecía quien fuera arzobispo de Sevilla durante 27 años.
El paso superó la puerta de salida y a continuación el arco para salir a la plaza de San Andrés, momento en que la Banda de Música María Santísima de la Victoria de Las Cigarreras interpretó el Himno de España, seguido de la marcha "Virgen de la Estrella". Con ella, el paso fue girando a su izquierda y desde el edificio situado frente al templo cayó un extensa petalada.
Seguidamente, tras algo de redoble de tambor, comenzó a sonar la marcha "Ara Coeli", con la que el paso giró de nuevo a su izquierda hasta acabar detenido ante la puerta ojival del propio templo de San Andrés.















El recorrido desde Daoiz continuaba por Javier Lasso de la Vega, pero el paso se acercó hasta la Capilla de San Andrés en la calle Orfila, donde la Virgen de Araceli fue recibida por la Hermandad de los Panaderos, cuyo escudo estaba pintado en uno de los seis cirios que la imagen tenía delante en su paso, junto a los de Santa Marta, el Santo Entierro, el Silencio, el Valle y la Lanzada, cofradías todas que pertenecen a la feligresía de San Andrés y por cuyas sedes iba a pasar la Virgen de Araceli en su itinerario.
Con "La Esperanza de Triana", el paso llegó a la calle Orfila y se acercó luego a la capilla de los Panaderos, donde un miembro de la corporación aprovechó para subir al paso y colocar correctamente la imagen del Niño Jesús, que en la levantá anterior se había caído hacia adelante. Hay que mencionar que el exorno floral del paso estaba compuesto por rosas blancas, orquídeas, gypsophila paniculata y hojas de aspidistra.
Tras dedicar a la Hermandad de los Panaderos la siguiente levantá, que fue a pulso 'aliviao', como iban a serlo todas hasta el final de la procesión, el paso se marchó con celeridad con la marcha "Virgen de la Paz" por Javier Lasso de la Vega hasta quedar detenido en la confluencia con Amor de Dios.















A continuación, la Virgen de Araceli recorrió el resto de la calle Javier Lasso de la Vega y salió a Trajano mientras la Banda de Las Cigarreras tocaba "Candelaria", a la que después siguió "Procesión de Semana Santa en Sevilla" para salir a la plaza del Duque, que veía de nuevo un paso por ella después del palio de la Virgen de la Aurora el pasado Domingo de Resurrección.
Pero no siguió hacia la Campana, sino que se encaminó hacia la plaza de la Concordia y la calle Teniente Borges a los sones de "Reina de la O".

















En su recorrido por la feligresía, como queda dicho, la Virgen de Araceli visitó a las distintas hermandades que pertenecen a la Parroquia de San Andrés, por lo que después de acercarse hasta los Panaderos, pasó por la Iglesia de San Gregorio, sede del Santo Entierro, y por la Iglesia de San Antonio Abad, sede del Silencio.
Después, salió de la calle Alfonso XII a la plaza del Duque para, ahora sí, entrar en la Campana y seguir después hacia Martín Villa y Laraña, momento en que volvió a sonar la marcha "Ara Coeli". Precisamente en Laraña estaba la siguiente parada, la Iglesia de la Anunciación, cuyas puertas estaban abiertas y los hermanos del Valle con su estandarte esperaban a la Virgen de Araceli. Hasta ellos llegó el paso con la marcha "María Santísima del Subterráneo", aunque después mientras giraba sonaron únicamente los tambores.
El paso se subió a la acera para detenerse a pocos centímetros de la puerta y los cofrades del Valle rezaron la Salve y realizaron una ofrenda floral a la Virgen de Araceli. Poco después, el paso se marchó a los sones de "Valle de Sevilla", que fue enlazada con "La Virgen de los Desamparados" para girar a la izquierda en la plaza de la Encarnación.






















Desde la Encarnación, la Virgen de Araceli tomó el principio de José Gestoso para inmediatamente girar a la calle Misericordia, lo que hizo mientras la banda interpretaba "Jerusalén". Después, el paso se paró para un relevo de costaleros y continuó por la plaza de Zurbarán hacia el Pozo Santo con la marcha "María Santísima del Dulce Nombre".
El paso avanzaba con cierta rapidez, dado que tenía que dejar despejada la calle Amparo, por la que minutos después iba a pasar de vuelta a la Iglesia de la Misericordia la Hermandad de la Virgen del Mar, que también estaba en la calle en esos momentos (ver). Para ello, y sin salirse de su feligresía (una acera de Amparo pertenece a San Andrés y la otra a San Pedro), tomó la calle Viejos con la marcha "Virgen de los Reyes".


















La Iglesia de San Martín, sede de la Hermandad de la Lanzada, fue la última parada de la Virgen de Araceli en su recorrido, llegando en este caso a entrar completamente en el templo por la generosidad y buena acogida de los cofrades de la corporación del Miércoles Santo.
Después, prácticamente sólo quedaba recorrer la calle Cervantes de vuelta a San Andrés, donde se pudieron escuchar las marchas "Soleá, dame la mano" y "Esperanza de vida", tras la que se produjo el último relevo de costaleros. A continuación, tras una levantá que el capataz dedicó precisamente a los costaleros, la Virgen de Araceli siguió adelante con "La Soledad", marcha inexplicablemente interrumpida al detenerse el paso al final de la calle cuando apenas quedaban unos segundos para completar la partitura. 
No pierdo la esperanza de que algún día alguien me dé una explicación convincente sobre por qué las marchas, que se tocan para las imágenes y no para los costaleros, tienen que ser cortadas cuando un paso se para, y mucho menos cuando están llegando prácticamente al final.















Para los últimos minutos de la salida procesional de la Virgen de Araceli, la marcha escogida para llegar hasta la puerta de San Andrés fue "Macarena" de Cebrián, y ya ante la puerta la Banda de Las Cigarreras volvió a tocar "Ara Coeli". Seguidamente, el paso superó los dos arcos de medio punto hasta estar de nuevo en el interior de la parroquia y la banda tocó el Himno de España un minuto antes de las doce y media de la noche.













Finalizó así la Hermandad de Araceli su séptima salida procesional desde que en 2014 se incorporase de manera fija al calendario letífico sevillano. Siete salidas (que serían nueve si no hubiera aparecido el coronavirus en nuestras vidas) con las que la Virgen de Araceli se ha convertido en cita obligada del inicio del periodo de las Glorias que ya, aunque el Consejo aún no haya celebrado su Pregón, está plenamente en marcha.

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