La imagen de San José Obrero ha estado en la tarde de este viernes expuesta a la veneración de hermanos, fieles y devotos en el presbiterio alto de su parroquia, como también lo estará mañana, cuando además tendrá lugar la tradicional ofrenda floral.
Ante el crucificado que preside el templo de San José Obrero, la Virgen de los Dolores y San Francisco de Paula, el patriarca se encuentra sobre una sencilla peana de damasco rojo con galones dorados en medio de dos estructuras escalonadas en las que se apoyan un total de veintiséis candeleros con cirios blancos, trece a cada lado.
San José Obrero tiene la aureola de plata de ley y la vara de azucenas, pero no sujeta la sierra que alude a su profesión de carpintero y que suele tener en la mano derecha. En este caso, la sierra aparece en el lado derecho, sujeta por dos tallas de ángeles. Por otra parte, detrás de la imagen se sitúa uno de los doseles de cultos de la hermandad sin ocultar a ninguna de las otras tres tallas ya mencionadas presentes en el altar.
Esta veneración es el último culto antes de la salida procesional que tendrá lugar el próximo domingo a partir de las siete de la tarde. Hay que apuntar que la Feria ha partido los cultos en honor a San José Obrero este año, dado que el triduo y la función principal se celebraron justo antes de que empezara.
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