lunes, 30 de mayo de 2022

LA HERMANDAD DE LOS DESAMPARADOS RECORDÓ A SU FUNDADOR EN LA SALIDA


"¡Qué alegría poder verla otra vez en la calle!". Esta frase la pronunció el sábado un hermano de la Hermandad de los Desamparados del Parque Alcosa al poco de salir la cofradía a la calle. Las cofradías de gloria de la segunda parte del año tuvieron suerte y ya en 2021 pudieron salir tras sólo un año de ausencia por la pandemia; pero las que tienen fijada su salida antes de mediados de septiembre, que es cuando se levantó el veto, acumulaban ya dos años seguidos sin poder realizar sus salidas procesionales.
Una de ellas era ésta, la cofradía letífica con imagen dolorosa que por fin pudo realizar su salida desde su parroquia para recorrer las amplias avenidas de un barrio que sabe lo que es la vida cofradiera gracias a sus dos corporaciones: la penitencial, que hizo su salida el Sábado de Pasión (ver) y la de gloria.
Todo comenzó a las siete de la tarde, con el sol iluminando intensamente el barrio en una jornada de mucho calor. La Banda de Cornetas y Tambores Pasión de Cristo abría la procesión y tocó la Marcha Real cuando se abrieron las puertas de la parroquia, interpretando a continuación todo un clásico en estas formaciones: "Cristo del Amor".
La cruz parroquial entre faroles comenzó entonces a bajar la larga rampa hasta la calle y tras ella iban los niños del barrio que acaban de tomar su Primera Comunión. No faltó tampoco la representación con su estandarte corporativo de la Hermandad del Divino Perdón justo antes del de la Hermandad de los Desamparados. Hay que recordar que la estrecha relación entre ambas corporaciones hace que ambas se visiten en sus respectivas salidas; y además este año la de los Desamparados prestó los respiraderos de su paso para que los llevara el paso de palio de la Virgen de la Purísima Concepción. Finalmente, tras la presidencia, iba el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.








A las órdenes del capataz Diego Oliva, el paso de la Virgen de los Desamparados salió de la parroquia con la cruz bajada. Para esta salida, la dolorosa estaba vestida con el conjunto de manto y saya rojos bordados en oro por Manuel Solano y estrenaba el tocado de lamé de oro sobre el que tenía un corazón sobredorado y un puñal, piezas ambas de Alejandro Pérez Muñoz. Además, lucía la diadema sobredorada de Orfebrería Mallol.
En el momento de la salida, la Banda Municipal de Música de La Puebla del Río interpretó el Himno de España, seguido por la marcha "Madre de los Desamparados", con la que el paso fue bajando la rampa hasta pisar el asfalto de la calle Ciudad de Paterna. Un hermano situado delante del paso cantó la letra que incluye la parte final de esta marcha.
Después el paso se detuvo y una mujer ofreció una ofrenda floral que fue colocada en la parte trasera y se aprovechó para elevar la cruz hasta dejarla en su posición correcta.




















Muy cuidado y colorido fue el exorno floral del paso, compuesto de rosas en distintas tonalidades, matthiola, claveles, estátice, gipsy y esparraguera. Por otra parte, cuando el paso se levantó asistimos a otro estreno, en este caso musical, ya que la Banda de La Puebla interpretó "Al Amparo de María", nueva composición de Cristóbal López Gándara, donada por un grupo de hermanos.
Con esta nueva marcha, la Virgen de los Desamparados giró a la calle Ciudad de Alfafar. Y es que, como es sabido, en el callejero del Parque Alcosa abundan las referencias a ciudades valencianas por ser la procedencia del promotor inmobiliario que dio origen al barrio, Alfredo Corral Cervera, propietario de Alfredo Corral S.A. o, lo que es lo mismo, Alcosa.
Por eso mismo la parroquia del barrio se dedicó a Nuestra Señora de los Desamparados y, de hecho, la Patrona de Valencia figura en la delantera del paso, justo encima de la Patrona de Sevilla, la Virgen de los Reyes.















Y tras la nueva composición de Cristóbal López Gándara sonó otra del mismo autor, "La Virgen de los Desamparados", ésta dedicada a la dolorosa de la Hermandad de San Esteban, también muy vinculada a Valencia no sólo por la advocación de la Virgen, sino también porque San Juan de Ribera, titular de la cofradía del Martes Santo y vecino que fue de la Puerta Carmona, fue arzobispo de Valencia.
Y hablando de historia, la Hermandad de los Desamparados tiene sus orígenes en el número 2 de la calle Ciudad de Sueca, de donde en 1971 salió una cruz de mayo para niños por iniciativa de Luis Comas Fagundo, hermano de quien años después tallaría a la Virgen de los Desamparados, Ricardo Comas. Una cruz de mayo infantil como origen de la hermandad explica que la cofradía siga saliendo en mayo, que la acompañen los niños que han hecho la Comunión y que tras la Virgen vaya una cruz.
Los actuales miembros de la familia Comas se reunieron en la esquina de Ciudad de Sueca con la avenida Ciudad de Chiva para recibir a la Virgen de los Desamparados, que llegó hasta ellos con la marcha del mismo nombre ya mencionada. Otros años, sin embargo, el itinerario no incluía este punto, dado que para llegar a Ciudad de Chiva la cofradía se metía por Ciudad de Buñol.
Uno de los miembros de la familia sostenía un ramo de flores que le fue ofrecido a la Virgen. Después, el capataz dedicó la levantá a la familia con una mención especial a la memoria de Luis Comas Fagundo. El paso se levantó y se marchó por Ciudad de Chiva a los sones de "El Dulce Nombre".
















La Virgen de los Desamparados siguió su camino y poco después avanzó a los sones de "La Gracia de María". Tras ella, el paso se paró a la altura de un balcón, el de la casa del conocido como Juan el Marmolista, prioste perpetuo de la hermandad. Por él fue la siguiente levantá, aunque en el balcón no había nadie, dado que el homenajeado se encuentra ingresado. Por eso, el capataz pidió por su salud y recordó también a su mujer, ya fallecida, que fue camarera de la Virgen.
Minutos más tarde, tras una chicotá a tambor, un hermano se subió al paso para intentar atar la punta del sudario de la cruz a los candelabros y evitar que el aire hiciera que se enganchara con la diadema de la dolorosa, como había ocurrido ya en varias ocasiones. Así se hizo y luego el paso cruzó la confluencia de la avenida del Turia con Ciudad de Liria para continuar por Ciudad de Chiva a los sones de "Virgen de las Aguas".

















No duró mucho el arreglo del sudario, que este año iba colgando sólo de un lado del patibulum de la cruz, ya que enseguida se soltó del candelabro y el aire volvió a jugar con él. Más tarde habría que volver a intentarlo. De momento, la Virgen de los Desamparados siguió recorriendo las calles del barrio, ahora con la marcha "Hiniesta Coronada". 
Por delante tenía la llegada a la Iglesia de la Beata Ana María de Javouhey, sede la Hermandad del Divino Perdón, y el regreso a la Parroquia de los Desamparados, a la que llegaría pasados unos minutos de la una de la madrugada. Alcosa ya ha disfrutado este año, el año del reencuentro, de sus dos hermandades en la calle.

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